El Gobierno de los Estados Unidos ha elegido la Ciudad de Los Ángeles en el Estado de California para albergar la próxima Cumbre de las Américas la semana del 6 de junio de este año luego de que el evento fuera suspendido debido a la pandemia del coronavirus.
La reunión tendrá lugar en suelo estadounidense por segunda vez desde que se creó el foro hace casi tres décadas. El expresidente Trump se saltó la última cumbre, celebrada en Perú en 2018. La Cumbre, que se realizará cada tres años, fue cancelada en 2021 por razones sanitarias.
La Casa Blanca dijo en un comunicado anunciando la decisión este martes que los intereses nacionales vitales de los Estados Unidos están indisolublemente ligados a las fortunas de nuestros vecinos más cercanos en las Américas.
La gran población latina de Los Ángeles brinda un escenario acorde a los propósitos de la Cumbre, que es reunir a los líderes del continente para discutir asuntos de interés mutuo. La primera cumbre se llevó a cabo en Miami en 1994, con el presidente Bill Clinton como anfitrión.
La administración Biden ha tenido problemas para acercarse a los países latinoamericanos, particularmente a la luz de las situaciones políticas en Cuba, Venezuela y Nicaragua. La asistencia al foro se ha limitado generalmente a los países democráticos. Perú revocó la invitación de Venezuela en 2018. Cuba rara vez asistió excepto en Panamá en 2015, cuando los entonces presidentes Raúl Castro y Barack Obama se dieron la mano, iniciando lo que sería un descongelamiento histórico de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, hasta que llegó la administración Trump.
Biden también necesita la Cumbre para llegar a los líderes regionales antes de que los esfuerzos de Rusia y China terminen dividiendo el continente en dos o más bloques diferentes.
La Cumbre se centrará en la defensa de la democracia y los derechos humanos en el hemisferio occidental, así como en abordar la migración irregular, el cambio climático y los esfuerzos para garantizar un crecimiento equitativo a medida que la región emerge de la pandemia de Covid-19, dijo un alto asesor del Congreso informado por el Departamento de Estado.
En 1994, Clinton impulsó sin éxito un acuerdo de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Después de tal fracaso, muchos expertos en relaciones exteriores han cuestionado la necesidad de una costosa reunión de más de 30 líderes, cada uno impulsando su propia agenda bilateral con Washington pero rara vez cooperando entre ellos. La actitud de Trump en 2018 dijo mucho con respecto al valor de este evento.
Según los informes, otras ciudades que competían por albergar el evento fueron Miami, Houston y Nueva Orleans. Al final, Los Ángeles, un bastión demócrata donde la vicepresidenta Kamala Harris tiene raíces profundas, se consideró una opción segura.