Argentina ha registrado una caída del 4,8% en el consumo de carne por habitante a pesar de los topes a las exportaciones impuestos por la administración del presidente Alberto Fernández, que supuestamente buscaba priorizar el mercado interno.
Según un informe de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), el consumo de carne bovina por habitante en 2021 fue de 47,6 kg/año (o -2,4 kg/hab/año).
Según los estándares anteriores de Argentina, diciembre debería haber arrojado un resultado de alrededor de 52,4 kg/habitante/año, dijo CICCRA.
Bajo las nuevas medidas del Gobierno, la producción de carne bovina cayó 6,1% en 2021; 194,1 mil toneladas por debajo de las cifras de 2020.
En 2021 se exportaron 797,6 mil toneladas de carne bovina (lo que mostraría una caída de 11,7% anual).
En 2021, la industria cárnica sacrificó 12.967 millones de cabezas de ganado vacuno, lo que supone una caída del 7,4% (-10,0% si se ajusta por la cantidad de días laborables), un millón de cabezas menos respecto al año anterior.
Según el Instituto Argentino de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), el precio de la carne vacuna aumentó 9,7% en diciembre de 2021 respecto al mes anterior, para una suba interanual de 60,7%.
A pesar de la disminución del consumo en los últimos años, Argentina sigue liderando el consumo mundial de carne bovina por habitante, seguida de Uruguay con 45 kg/habitante/año, y Estados Unidos en tercera posición con 38 kg/hab/año, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El informe indica que en cuanto al consumo de carne de aves, Argentina se encuentra entre los cinco primeros a nivel mundial, con unos 48 kg/habitante año. El ranking lo encabeza Qatar, cuya población consume una media de 52 kg/habitante/año, seguido de Estados Unidos con un consumo de 51 kg/habitante/año, al igual que Malasia.
En cuanto a la carne de cerdo, los argentinos están lejos de los primeros puestos, con alrededor de 20 kg/habitante/año.