Los cuerpos de 42 miembros de una comunidad indígena que fueron sacados de sus lugares de descanso por el arqueólogo estadounidense Samuel Lothrop en 1925 serán devueltos a su tierra histórica en lo que será la mayor restitución realizada hasta ahora en Argentina y que fue aprobada este lunes por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
Los restos de 42 antepasados de la Comunidad Indígena de Punta Querandí serán devueltos a sus comunidades, quienes ahora deberán encontrar la manera de construir un cementerio en medio de la zona residencial más exclusiva de Buenos Aires: Nordelta.
“Va a tener que haber un cementerio dentro de Nordelta. Es lo que querían evitar. Se viene una pelea fuerte, pero creo que la vamos a ganar. Los sacaron de ahí, tienen que estar ahí”, dijo Santiago Chara, descendiente de un linaje de caciques qom que se remonta al siglo XIX, integrante del Consejo de Ancianos de Punta Querandí y cacique qom de la Comunidad Ramón Chara de Benavidez.
“Desde nuestra cosmovisión nos sentimos muy felices de que puedan regresar a la tierra donde pertenecen y no debieron irse. Son culturas milenarias y el lugar no fue respetado por los desarrollos inmobiliarios. Algunos cuerpos fueron retirados antes, pero otros [lo fueron] cuando hicieron los barrios”, dijo Chara.
“Para nosotros es algo muy sagrado que regresen, nos sentimos más completos. Había un agujero para tapar y se está completando. Todavía hay cuerpos desaparecidos, pero estamos haciendo que se devuelvan y se respete nuestra cultura, que estuvo invisibilizada durante mucho tiempo”, prosiguió Chara.
Luego de una ceremonia de limpieza y resguardo por la presencia de energías negativas, el proceso continuará una vez que los restos lleguen al territorio. “Lleva un tiempo definir dónde serán enterrados. Tiene que ser de donde vinieron o de un lugar cercano. Es un lugar de Nordelta, vas buscando el punto y sabiendo lo que hay ahora. Cuando se encuentre, se volverá a enterrar mediante otra ceremonia. Tiene que ser dentro del barrio cerrado, porque de ahí los sacaron”.
El reclamo por los restos de esta comunidad comenzó en 2009. El proceso se realizó en coordinación con el Consejo de Participación Indígena de la provincia de Buenos Aires (CPAI), el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Inapl) y el INAI. En junio y diciembre tuvieron lugar esos primeros entierros.
“Esta es la segunda etapa de un pedido de restitución que ha cumplido una década. En marzo de 2021 entregamos ocho antepasados que ya están enterrados, siete de ellos en sus lugares sagrados y el octavo en territorio comunitario. Ahora vamos a cerrar el ciclo finalizando esta segunda etapa para poner fin a estos reclamos de larga data”, dijo Fernando Miguel, coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.
Especialistas en temas indígenas señalan que Lothrop trabajó para el servicio de inteligencia de Estados Unidos, utilizando su carrera como fachada para recabar información estratégica en los países que recorrió. Lothrop fue uno de los pocos extranjeros a los que se les permitió realizar excavaciones en territorio argentino, pero aún no se han desclasificado los documentos que lo implican en su trabajo. Otros documentos de otros países que visitó como arqueólogo sí salieron a la luz, se informó.