Solo un día después de que Víctor Escobar se convirtiera en el primer paciente no terminal en morir por eutanasia en Colombia tras de una larga batalla legal, Martha Sepúlveda, de 51 años, siguió sus pasos. Sufría de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El procedimiento de Sepúlveda se realizó el 8 de enero en el Instituto Colombiano del Dolor, en Medellín. “Aceptó la eutanasia y murió de acuerdo con su idea de autonomía y dignidad”, según un comunicado.
La eutanasia de Sepúlveda estaba prevista para el 10 de octubre, pero fue suspendida a última hora cuando el Comité Científico Interdisciplinario por el Derecho a Morir con Dignidad determinó que “no se cumplía con el criterio de terminación que se había considerado en el primer comité”. De no haber ocurrido el retraso, Sepúlveda se habría convertido en la primera paciente en acceder a la eutanasia sin ser una enferma terminal en Colombia.
El magistrado que falló en el caso de Sepúlveda consideró que la IPS Incodol había “vulnerado los derechos fundamentales a morir dignamente, a una vida digna, al libre desarrollo de la personalidad y dignidad humana de Martha Sepúlveda”.
La mujer había expresado en repetidas ocasiones, incluso a los medios de comunicación, su deseo de morir para dejar de sufrir a medida que su salud se deterioraba y empeoraba su calidad de vida.
Un día antes, Víctor Escobar, un hombre de 60 años que padecía diversas enfermedades degenerativas, se había convertido en el primer paciente del país en morir bajo asistencia médica tras una batalla legal de dos años. Escobar padecía enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), hipertensión, había sufrido varios episodios cerebrovasculares, tenía problemas de movilidad, necesitaba oxígeno para respirar y había sido operado tres veces de la columna tras sufrir un accidente automovilístico.
La eutanasia es legal en Colombia desde 1997. Sin embargo, no se practicó hasta 2015, cuando la Corte Constitucional amplió la lista de casos en los que se puede solicitar eutanasia a quienes padezcan enfermedades no terminales, siempre y cuando atravieses “sufrimiento psíquico por lesión corporal o enfermedad grave e incurable”, como el caso de Sepúlveda.
Colombia es uno de los siete países del mundo donde la eutanasia es legal, junto con Bélgica, Canadá, España, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Holanda, mientras que otros países, como Chile y Perú, están dando pasos hacia su aprobación.
Otros cuatro países de la región cuentan con legislación sobre muerte digna, que se diferencia de la eutanasia en que el paciente no muere, sino que tiene derecho a rechazar tratamientos o terapias para prolongar su vida: Argentina, Brasil, Uruguay y algunos estados de México.
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