Al menos cuatro personas murieron luego de que un grupo de hombres armados no identificados dispararan contra dos autobuses del transporte público el lunes por la noche. Se ha informado de que otras cuatro personas resultaron heridas tras el ataque en el sur de Puerto Príncipe.
A pesar de las promesas de las autoridades de garantizar la seguridad y la paz, el país vive una intensa ola de violencia, especialmente desde el asesinato el 7 de julio del presidente Jovenel Moïse por un grupo comando multinacional.
El ataque del lunes tuvo lugar en Martissant, una zona controlada por grupos armados y de la que unas 20.000 personas han sido desplazadas debido a los enfrentamientos con las bandas.
Las identidades de las víctimas o las causas del ataque no fueron reveladas por la Policía Nacional de Haití, que se había comprometido a garantizar la seguridad de carreteras y propiedades en áreas de riesgo y realizó un despliegue masivo de tropas en áreas metropolitanas debido al aumento de asesinatos y secuestros.
Los crímenes del lunes se produjeron apenas tres días después de que otro ataque en la misma zona dejara a otras tres personas muertas, entre ellas el sindicalista Guy Polinice, conocido como Ti Guy, coordinador del departamento Norte del Frente Unificado de Transportistas y Trabajadores de Haití.
Otras cinco personas murieron como resultado del enfrentamiento de pandillas en el territorio a principios de diciembre. Además, otras personas resultaron heridas como resultado de enfrentamientos hostiles durante varios días.
Haití sufre una ola de violencia con más de 900 secuestros este año, a pesar de las promesas del gobierno. Después del asesinato de Moïse, el país se ha visto envuelto en una crisis política, económica y social agravada por el terremoto del 14 de agosto.