Un rito tradicional practicado en Sudáfrica ha dejado 23 adolescentes varones muertos después de la ceremonia Xhosa Ulwaluko, que consiste en la circuncisión más una iniciación a la edad adulta.
La práctica ancestral, aunque letal, se lleva a cabo en la provincia sudafricana de Cabo Oriental, donde el primer ministro Oscar Mabuyane ha pedido que los responsables sean juzgados por homicidio.
Las víctimas sufrieron deshidratación o sepsis por la circuncisión al inicio de la ceremonia, que dura entre dos y seis meses. Casi mil jóvenes han muerto por este rito desde 1995, mientras que a otros 2.000 les han amputado el pene. La temporada de iniciación de verano aún tiene un mes por delante.
Las autoridades esperaban que la Ley de Iniciación Consuetudinaria de 2021 ayudara a reducir el número de víctimas por esta práctica contra la cual incluso el ganador del Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu ha levantado su voz.
La temporada de invierno en junio y julio se truncó este año debido al COVID-19, muriendo 19 iniciados durante el proceso. La iniciación prepara a los jóvenes para la transición a la edad adulta a través de la enseñanza cultural.
El proceso, conocido como Ulwaluko, es acogido con entusiasmo por el pueblo Xhosa, aunque se sabe que ocurre también en otras partes de Sudáfrica. La circuncisión es realizada por un cirujano tradicional conocido como incibi. Se espera que el iniciado no muestre dolor y grite Soy un hombre.
Luego, el joven -a partir de entonces un Umkhwetha - pasa un mes de curación en solitario antes de ser recluido en una choza con otros adolescentes. Se les enseñan valores, principios, dificultades, respeto y responsabilidad dentro de la tradición cultural. Una vez finalizado el proceso, la choza se quema junto con la ropa de sus infancias. Un hombre no iniciado se denomina Inkwenkwe y no puede asistir a los consejos tribales ni a otros eventos para adultos.
La película de 2017 The Wound describe las dificultades por las que deben pasar los homosexuales que no se someten a la iniciación y el ex presidente sudafricano Nelson Mandela ha descrito el procedimiento en su autobiografía.
Se desaconseja encarecidamente a los iniciados hablar sobre el rito. Los padres también son reacios a dar evidencia, lo que lleva a cirujanos incibi sin experiencia o peligrosos a continuar con la práctica. También existe la iniciación para mujeres que comienza después de su primer período menstrual.