Las autoridades brasileñas están evaluando una serie de restricciones para las próximas celebraciones de fin de año en un intento para frenar la propagación de la nueva variante Ómicron del coronavirus, se informó este jueves.
Se han detectado dos casos de Ómicron en Brasilia y la ciudad de São Paulo ya anunció la suspensión de las festividades de Año Nuevo, una medida que otros distritos están por imitar, según medios locales.
El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, ha confirmado que se han detectado dos casos de Ómicron en su jurisdicción. Uno de ellos era un sudafricano que había hecho escala en São Paulo. Su prueba de PCR el lunes pasado resultó positiva para COVID-19 y desde entonces ha estado en aislamiento. Las autoridades sanitarias también confirmaron el jueves que su caso era de Ómicron.
Con la noticia del jueves, el número total de personas en Brasil con la cepa Omicron llegó a cinco, tres en São Paulo y dos en Brasilia.
Aún no se han dado a conocer los resultados de las pruebas realizadas a una mujer de Río de Janeiro que había llegado desde África en los últimos días.
En el escenario actual, la Ciudad de São Paulo ha decidido cancelar las celebraciones masivas de Año Nuevo en la Avenida Paulista, evento que suele reunir a más de 1 millón de personas. El alcalde de São Paulo, Ricardo Nunes, dijo este jueves que la medida era necesaria para evaluar la nueva situación y monitorear las capacidades del sistema de salud.
Tampoco habrá celebraciones de Reveillon (Nochevieja) en Brasilia, Salvador, Belo Horizonte, Curitiba y Porto Alegre, entre otras ciudades importantes. Reveillon es la segunda celebración más emblemática de Brasil después del carnaval.
Nunes ya había advertido días atrás que Reveillon ya estaba en peligro con Omicron, e incluso el Carnaval ahora está en duda, aunque el alcalde ha dicho que tomaría esa decisión más tarde y de acuerdo con las recomendaciones de los profesionales de Vigilancia Sanitaria.
Nunes se encuentra actualmente en Nueva York, junto con el gobernador de São Paulo, João Doria, quien también apoyó las medidas restrictivas.
Estamos en el camino de la cautela y de actuar con celo en la protección de vidas, no es momento de celebrar Reveillon, dijo Doria, aunque admitió que la decisión final sobre Nochevieja estaba en manos de los alcaldes.