Emilia Schneider se convirtió este último domingo en la primera persona transgénero de Chile en ser elegida para el Congreso nacional. A los 25 años, admitió que la comunidad LGTBI temía lo que pudiera suceder si el candidato de extrema derecha José Antonio Kast ganara la segunda vuelta presidencial del 19 de diciembre.
Según Schneider, los delitos de odio aumentarían con un gobierno así, porque los discursos discriminatorios encuentran validación, algo que ella considera impensable bajo su movimiento político, que apoya al candidato de extrema izquierda Gabriel Boric para llegar a La Moneda.
Schneider prestará juramento el próximo mes de marzo con la idea de avanzar en una agenda que busca ampliar los derechos de manera estable y dialogada, mientras que otros pretenden ”retroceder en algunos temas como la Ley de Identidad de Género (que ha permitido por tres años cambiar el registro de sexo y nombre) o en aborto por tres causas (aprobado en 2017)”.
“Hoy están en juego la seguridad, la dignidad y la integridad de los derechos de la comunidad LGTBI y de las mujeres”, argumentó Schneider, quien ya hizo historia al convertirse en la primera presidenta transgénero de la poderosa Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh) en 2019, año en el que salió a la calle junto a miles de jóvenes que buscaban cambios profundos durante el levantamiento social de octubre.
Schneider también explicó que el domingo pasado fue un día de sentimientos encontrados, porque mientras la comunidad LGTBI hizo historia al elegir al primer parlamentario trans, un gobierno alternativo neofascista y ultraconservador apareció como una probabilidad fuerte para el futuro cercano.
”La extrema derecha busca que prevalezca el miedo, pero tenemos que hacer prevalecer la esperanza, la misma que nos llevó a votar por una nueva Constitución (en 2020) y la que ha prevalecido en esta última década de movilizaciones, enfatizó Schneider.
Sin embargo, Chile mira hacia un futuro diferente después de que ninguno de los tres candidatos presidenciales más votados perteneciera a los grupos políticos tradicionales que han gobernado desde el regreso a la democracia en 1990. Eso es muy revelador. Chile no quiere mirar al pasado, pero aún no está claro cuál es el futuro con dos alternativas tan diferentes”, dijo
Schneider, quien visualiza una ley laboral que incluya una cuota para trabajadores trans como uno de sus primeros objetivos en el Congreso.