El Tribunal Supremo Federal de Brasil (STF) ordenó que los perfiles del presidente Jair Bolsonaro en las redes sociales se mantengan activos a pesar de una moción de algunos senadores que querían que lo prohibieran por difundir lo que consideraron eran noticias falsas sobre el coronavirus.
El juez Alexandre de Moraes, conocido por ser crítico con Bolsonaro, rechazó la solicitud de la Comisión de Investigaciones Parlamentarias del Senado sobre el COVID-19 (conocida como CPI) de mantener a Bolsonaro alejado de las redes sociales.
La CPI había presentado la solicitud a fines de octubre luego de que Bolsonaro vinculara las vacunas COVID-19 con el VIH, durante su transmisión semanal en vivo en Facebook, que además de Instagram y Twitter suspendieron de inmediato las cuentas del mandatario.
El fallo de la Corte Suprema significa que Bolsonaro puede mantener en secreto sus mensajes y seguir en contacto con su electorado a través de plataformas digitales. De Moraes afirmó que no tenía sentido romper la confidencialidad de Bolsonaro después de que la CPI ya había llegado a sus conclusiones sobre la forma en que el jefe de Estado había manejado la pandemia de coronavirus.
Coincidiendo con la recuperación de sus cuentas de redes sociales, Bolsonaro ha amenazado con rescindir la licencia de transmisión de O Globo que vence en octubre de 2022, el mes de las elecciones presidenciales.
Globo tiene un encuentro marcado conmigo el año que viene, un encuentro con la verdad ... No voy a perseguir a nadie, dijo el mandatario la noche del lunes en Brasilia.
Bolsonaro comparó a Globo con un soldado que debe vestirse adecuadamente. ”Quien estuvo en un cuartel sabe que (el soldado de guardia) tiene que estar con todo en orden, todo bien, ella (Globo) también debe estar, como cualquier otra empresa, dijo el ex capitán del Ejército.
Horas antes, Bolsonaro había tenido otro encuentro con simpatizantes en el palacio presidencial, durante el cual criticó el programa educativo del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el adoctrinamiento con valores de izquierda e incluso la incitación a la pedofilia” por parte de un ex ministro del partido de Lula.