Las irregularidades en las recientes elecciones de Nicaragua después de las cuales el presidente Daniel Ortega permanecerá en el cargo por un nuevo período mientras todos sus oponentes políticos están en la cárcel o el exilio, han llevado a la administración del presidente estadounidense Joseph Biden a tomar medidas.
Nos obligan a actuar, dijo Biden al prohibir que Ortega y todos los funcionarios de su Gobierno ingresen a Estados Unidos, luego de que la Casa Blanca describiera las elecciones locales como amañadas a favor del líder sandinista.
La prohibición de viajar se aplicó a todos los funcionarios electos de Nicaragua, aparentemente incluidos Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, así como a miembros de las fuerzas de seguridad, jueces, alcaldes y otros que se considera que socavan la democracia en el país centroamericano.
La Orden Ejecutiva de Biden apunta a los Ortega con expresiones particularmente duras.
Los actos represivos y abusivos del gobierno de Ortega y sus partidarios obligan a Estados Unidos a actuar, dijo Biden en el decreto, firmado un día después de que Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá impusieran sanciones específicas a funcionarios nicaragüenses en respuesta concertada a la Elecciones del 7 de noviembre, que muchos países han calificado de farsa.
Biden dijo que había determinado que era de interés de Estados Unidos prohibir la entrada a todos aquellos que formulan, implementan o se benefician de políticas o acciones que socavan o dañan las instituciones democráticas o impiden el retorno a la democracia en Nicaragua.
La medida del Gobierno de Estados Unidos también tiene como objetivo mantener al país centroamericano fuera de los límites de las instituciones financieras internacionales.
Biden dijo que el régimen nicaragüense abusa de la gente para promover la agenda autoritaria del gobierno de Ortega, mientras que los funcionarios municipales ejercen “violencia contra manifestantes a favor de la democracia.
El jefe de Estado estadounidense también acusó al poder judicial de Nicaragua de “ayudar e incitar” a arrestos por motivos políticos.
La reelección de Ortega para un cuarto mandato consecutivo se produjo después de encarcelar a rivales políticos y tomar medidas enérgicas contra los medios críticos. El ex guerrillero sandinista que derrocó al dictador Anastasio Somoza se ha burlado de sus críticos estadounidenses como imperialistas yanquis” y los ha acusado de intentar socavar el proceso electoral de Nicaragua. Cuba, Venezuela y Rusia han ofrecido su respaldo a Ortega.
Las sanciones previas y las prohibiciones de viaje a ciertos funcionarios nicaragüenses impuestas por Biden y su predecesor, Donald Trump, no han logrado disuadir a Ortega, y muchos analistas se muestran escépticos sobre si las nuevas medidas tendrán algún impacto.
La Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó el viernes una resolución según la cual las elecciones de Nicaragua carecían de legitimidad democrática. Veinticinco naciones votaron a favor y siete se abstuvieron, entre ellas México, Honduras y Bolivia.