La Cámara Baja de Chile aprobó este martes una moción para acusar al presidente Sebastián Piñera por su participación en el asunto de la empresa minera Dominga, sobre el cual se informó en los llamados Pandora Papers.
Ahora dependerá del Senado decidir sobre la suerte del presidente, que no ha sido suspendido de sus funciones a pesar del resultado de la votación en la Cámara de Diputados.
La transacción de Dominga se llevó a cabo en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas.
Los legisladores obtuvieron 78 votos, suficientes para aprobar la moción, mientras que otros 67 diputados se pronunciaron en contra de buscar la destitución de Piñera. También hubo 3 abstenciones.
El abogado de Piñera, Jorge Gálvez, había rogado a los “honorables diputados, que rechacen esta injusta e inadmisible acusación constitucional”, pero fue en vano.
Al llegar a esta decisión luego de un debate que duró alrededor de 22 horas, la Cámara Baja entendió que Piñera violó abiertamente la Constitución y otras leyes, además de poner en peligro el honor de la nación.
En una jornada de deliberaciones que duró casi 22 horas, los legisladores aprobaron con 78 votos a favor, 67 en contra y tres abstenciones que la acusación constitucional vaya al Senado, que votará al respecto a días de las elecciones presidenciales del 21 de noviembre.
El diputado socialista Jaime Naranjo se tomó 15 horas para leer la acusación en su totalidad. Destacó que Piñera había fallado al principio de probidad y comprometió seriamente el honor de la Nación.
Naranjo resumió su discurso diciendo “Espero que esta Cámara apruebe la acusación constitucional, pero (...) Chile juzgará a quienes están permitiendo esta impunidad en el país”, enfatizó.
Para que la iniciativa avanzara se necesitaban 77 votos, mientras que la destitución de Piñera por parte del Senado requiere de dos tercios de la Cámara Alta.
Gálvez también insistió en que esta decisión fue motivada políticamente por la proximidad de las próximas elecciones e instó a rechazar el texto acusatorio, por considerarlo inadmisible y estimar que se trata de un golpe a la institucionalidad, además de una maniobra político-electoral.
En el Senado, se necesitarán dos tercios de los votos para destituir al mandatario, a quien se le ha prohibido salir del país. En caso de prosperar la iniciativa, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, asumirá la presidencia por el resto del mandato de Piñera.
La acusación constitucional fue presentada por un grupo de parlamentarios opositores luego de que se conocieran los Pandora Papers relacionados con la venta del proyecto minero Dominga por parte de la familia Piñera Morel a su amigo Carlos Délano. La transacción se realizó en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas en 2010 después de que Piñera asumiera el cargo por primera vez. En el contrato revelado por la investigación periodística mundial se conoció la existencia de una cláusula que condicionaba el tercer pago a plazos de Dominga a que el sector no fuera declarado santuario de la naturaleza, lo que en última instancia depende del Consejo de Ministros.
Luego de una sesión maratónica de 22 horas continuas desde el lunes por la mañana, la oposición logró mantener activo al Congreso hasta que se obtuvieron suficientes votos.
El diputado opositor socialista Jaime Naranjo, quien actuó como relator de la Cámara, tardó unas 15 horas en delinear las presuntas fechorías presidenciales que a su juicio justifican el juicio político.
Después del largo discurso de Naranjo, que terminó alrededor de la 1.30 am del martes, el abogado de Piñera, Jorge Gálvez, intentó sin éxito defender al jefe de Estado, alegando que un comité de investigación era la solución más lógica y no el juicio político.
El Senado tendrá que votar, muy probablemente este viernes 12 de noviembre, para decidir si el jefe de Estado debe ser destituido de su cargo, para lo cual se necesitarán 29 votos.
Para agregar a una atmósfera acalorada, el diputado demócrata cristiano Jorge Sabag tenía síntomas de Covid, aunque viajó desde Chillán (400 kilómetros al sur de Santiago) a pesar de tener pendiente una prueba de PCR, generando polémica tanto por su presencia como por la de la Secretaría de Salud de Valparaíso, que llegó al lugar pasada la medianoche.
Naranjo también destacó la decisión de la oposición de permitirle leer el documento en nombre de todos los legisladores que estaban a favor de acusar al jefe de Estado.
“Lo que hicimos hoy tiene una sola explicación, la unidad de la oposición y la generosidad de la oposición para permitirme liderar algo que yo había planteado que algunos no entendían”, explicó Naranjo, quien señaló que habló con fundamentos, con seriedad y responsabilidad porque una acusación constitucional es una cosa muy grave y ustedes fueron testigos de que di fundamentos serios sobre por qué tenía que ser aprobado el impeachment.
Naranjo destacó que lo más importante que hoy esta oposición ha enviado un mensaje de esperanza, de fe a los chilenos, que se puede construir un país mucho mejor, que tengamos un presidente que sea ejemplo y no como la situación en la que nos vemos hoy: con un presidente que no solo ha actuado fuera de la integridad administrativa que se requiere, sino que también ha actuado seriamente en dañar la imagen de la nación”.
Sabemos que es difícil conseguir votos en el Senado. Será nuestro trabajo convencer a los senadores. Tenemos fe y esperanza, agregó.