Los Gobiernos de Argentina y Brasil acordaron este viernes recortar los Aranceles Externos Comunes (AEC) en un 10% “en un universo de productos muy amplio” luego de meses de tensiones entre los miembros del Mercosur.
El anuncio se hizo luego de una reunión en Brasilia entre los cancilleres Santiago Cafiero y Carlos França.
Llegamos a un acuerdo sobre el arancel eterno común del Mercosur, que ahora se llevará a los socios Paraguay y Uruguay, lo que permitirá una disminución del 10% en un universo muy amplio de productos, anunció el brasileño França tras la reunión.
Fue el primer viaje de Cafiero al exterior desde que asumió el cargo de principal diplomático de Argentina.
França también admitió el interés de su país en comprar gas argentino de la zona de Vaca Muerta en la provincia de Neuquén. Para Brasil, Argentina es una prioridad absoluta, dijo la Cancillería del presidente Jair Bolsonaro en un comunicado, que también abordó el tema de un posible gasoducto que sostendría el crecimiento futuro de un país actualmente inmerso en su su peor crisis energética de los últimos 91 años y que depende en gran medida del gas procedente de Bolivia. Para empeorar las cosas, en 2022 el gobierno de Bolsonaro deberá renegociar los suministros de la central binacional de Itaipú con Paraguay.
Argentina tiene una gran producción del gas que Brasil necesita en Vaca Muerta. Estamos trabajando arduamente para incrementar la conectividad del insumo no solo en energía como materia prima para fertilizantes, dijo el Canciller brasileño, quien calificó los nuevos caminos abiertos como un acuerdo de gas 4.0 con Argentina frente al compromiso que Brasil tiene con Bolivia desde hace dos décadas.
Bolsonaro había dicho el jueves que la agroindustria brasileña podría sufrir en 2022 debido a la falta de fertilizantes en el mercado global. El canciller dijo que el consenso alcanzado con Cafiero sobre el Mercosur conserva el sentido de unión pero también la adaptación del bloque al mundo.
“Los Ministros alcanzaron el consenso necesario para definir junto con los demás socios del MERCOSUR los alcances y características de la revisión del Arancel Externo Común. Destacaron que es un paso importante para incrementar la competitividad de los Estados Parte y fortalecer los procesos productivos regionales, que promuevan una inserción beneficiosa de la producción del MERCOSUR en las cadenas globales de valor ”, precisó un comunicado conjunto posterior a la reunión.
“En este sentido, acordaron trabajar con Paraguay y Uruguay para la pronta aprobación de una Decisión del Consejo del Mercado Común que permita reducir en un 10% las alícuotas de la mayor parte del universo arancelario, salvaguardando las excepciones que ya existen dentro del bloque político. Destacaron que el entendimiento alcanzado considera las distintas necesidades de los países miembros, demostrando la capacidad del MERCOSUR para avanzar con vocación constructiva hacia la actualización y adecuación de su estructura arancelaria a las condiciones actuales del comercio regional y mundial de manera equilibrada en materia productiva”, prosiguió el documento.
Cafiero defendió la postura de Argentina sobre el tema del AEC e insistió en que su país quería proteger las excepciones del trabajo intensivo en sectores como la automoción, textil y calzado y destacó la importancia de la herramienta de las excepciones para proteger la mano de obra nacional y el empleo argentino. También habló de abordar una futura agenda estratégica que abarcará la integración energética, la creación de un foro empresarial y la cooperación en temas de biotecnología y salud.
La delegación argentina estuvo integrada además por el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales Cecilia Todesca Bocco; el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; y la subsecretaria del MERCOSUR y Negociaciones Internacionales, Rossana Cecilia Surballe, así como el embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli.
Cafiero y França también hablaron sobre la crisis del agua que afecta a la Cuenca del Paraná y valoraron la cooperación entre ambos países para mitigar sus efectos en la navegación, en el uso del agua para el consumo humano, la generación hidroeléctrica y el medio ambiente.
Además, expresaron su satisfacción por la cooperación en el área energética, que incluye exportaciones de termoelectricidad de Argentina. También acordaron una próxima reunión de la Comisión Técnica Mixta a cargo del proyecto hidroeléctrico binacional Garabí, en el tramo compartido del río Uruguay.