El nombramiento del exdiputado mendocino Guillermo Carmona al frente de la Secretaría de Malvinas ha sido interpretado por las Fuerzas Armadas argentinas como una señal de que el Gobierno pretende endurecer la disputa de soberanía con Reino Unido, según un informe de prensa.
Carmona fue elegido para encabezar la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur dentro de la Cancillería en reemplazo de Daniel Filmus, quien ahora ha devenido ministro de Ciencia.
Según el diario La Nación de Buenos Aires, Carmona es considerado en círculos militares como un representante del nacionalismo más extremo, justo a poco del 40 aniversario de la guerra de 1982. Una fuente citada por La Nación señaló que la elección de Carmona no agregará nada ... en el proceso de reconciliación final.
Asimismo, entre los altos mandos de la Armada Argentina, se dice que la participación de Carmona como legislador en las audiencias de la comisión bicameral que investiga el hundimiento del submarino ARA San Juan ha dejado recuerdos desagradables. Consideran que fue particularmente agresivo con los oficiales navales.
Carmona también ha participado en un homenaje a la Operación Cóndor, el secuestro en septiembre de 1966 de un avión de Aerolíneas Argentinas que aterrizó en las islas, lo cual, sumado a su trayectoria como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja (2012-2015) presagia diferencias con Filmus, prosiguió el informe de prensa.
La postura del funcionario recién nombrado hacia el diálogo y la cooperación en torno al conflicto del Atlántico Sur también ha encendido algunas luces rojas. Carmona acaba de salir del Instituto de Ayuda Económica (IAF) del Ministerio de Defensa, donde estaba a cargo del pago de jubilaciones y pensiones militares. Desde ese cargo, fortaleció sus vínculos con los veteranos de guerra que apoyan la elección del presidente Alberto Fernández para el cargo.
Con Carmona, se espera que el tema Malvinas ocupe un lugar central, particularmente en vistas del 40 aniversario, en el que se potenciaría el papel de los veteranos.
El artículo de La Nación también destaca que Carmona es un duro crítico de los acuerdos con Gran Bretaña y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para la identificación de combatientes argentinos caídos.
Carmona también se ha opuesto a la nominación del coronel británico Geoffrey Cardoso y del veterano de guerra argentino Julio Aro para el Premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria.
Fuentes anónimas del Congreso citadas por La Nación dijeron que Carmona no parece ser la persona ”más adecuada para este papel”, dado su trasfondo político conflictivo. Otra fuente agregó que estaba lejos de ser “el tipo de persona abierta al diálogo que se requiere para un tema tan delicado para la política internacional como es la cuestión Malvinas”.
Como dijo una vez el escritor argentino Jorge Luis Borges sobre los peronistas, Carmona parece tener todo su pasado por delante.
(Fuente: La Nación)