La confesión del ex vicepresidente adjunto de la Convención Constitucional de Chile, Rodrigo Rojas Vade, quien admitió que no era cierto que tuviera una enfermedad mortal, continúa generando controversias en todo el país.
Rojas Vade, que renunció a su vicepresidencia tras confesar la falsedad de sus declaraciones, ha dejado una vacante que fue ocupada por Tania Madriaga este lunes, pero aún quedan por decidir otros pasos a tomar en el futuro.
Pedro Muñoz (PS), uno de los siete vicepresidentes adjuntos del cuerpo, asegura que se trata de una “mentira elaborada”, por lo que responde a un hecho grave que debe recibir un rotundo rechazo. “Creo que hay que quitarnos las anteojeras de los afectos personales, los afectos, las relaciones que se pueden dar dentro de la Convención, porque lo que está en juego aquí es el bien mayor: la credibilidad de la Convención”, dijo Muñoz en una entrevista radial.
Rojas Vade había escrito en Instagram que “cuando tenía 29 años me notificaron que padecía una enfermedad discriminada en este país, en ese momento el mundo se me cayó encima, pensé que mis seres queridos me estaban dejando para ser rechazado.”
Muñoz dijo que “conozco personas con VIH, son casos muy dolorosos. (…) Los que pertenecemos a las diversidades sexuales, por el estigma con el que se lleva al ser conscientes de nuestras identidades, partimos de ese estigma. Pero aquí es una cuestión diferente, que afecta profundamente a la fe pública”. Insistió en que el episodio pone en riesgo el buen nombre de la Convención Constitucional.
“Hay algunas lagunas regulatorias, por lo que se deben buscar lecciones a corto plazo. Estamos en medio del proceso de construcción regulatoria y tenemos que tomar todas las precauciones para, de este caso, sacar lecciones de lo que está por venir”, agregó Muñoz al destacar los referendos revocatorios, donde la ciudadanía tiene la última palabra.
Hasta que la CC no haya aprobado su propio reglamento, el organismo se rige por los estatutos aplicables a la Cámara de Diputados, que muestran claramente un vacío en un asunto como el de Rojas Vade.
No fui honesto ni con mi familia ni con nadie, había dicho Rojas Vade el domingo.
Dada la gravedad de los hechos, hemos aceptado la renuncia que el señor Rojas ha presentado esta tarde a la Vicepresidencia Adjunta de esta Convención, dijo el mismo día la Junta Directiva de la Convención en un comunicado.
La treta de Rojas Vade fue un escándalo que ha hundido la credibilidad del heterogéneo grupo político que sorprendió a los partidos tradicionales en mayo al ganar 27 de los 155 escaños en la asamblea que redacta la nueva Carta Magna chilena.
Vade admitió, sin embargo, que hace ocho años le diagnosticaron otra enfermedad que no especificó. Por su presunto cáncer, Rojas causó impacto durante los días más duros del estallido social de octubre de 2019, con la cabeza rapada y sin cejas, muy delgado y hasta con un catéter expuesto en muñecas y pecho. Durante sus apariciones entonces, afirmó que estaba tomando un descanso de sus tratamientos, incluida la quimioterapia.
En el último mes la Lista Popular ha sufrido la salida de figuras emblemáticas que le dieron popularidad. Al menos 17 integrantes han renunciado luego de la fallida candidatura presidencial del activista indígena Diego Ancalao, la cual fue anulada por la falsificación de más del 60% de las firmas requeridas, lo que quedó al descubierto cuando se supo que el notario que supuestamente las había validado había fallecido en febrero.