El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue dado de alta este domingo del Hospital Vila Nova Star en San Pablo, donde había sido ingresado cuatro días antes para tratar una obstrucción intestinal relacionada con la puñalada que sufrió durante un ataque mientras hacía campaña para el cargo.
La condición del presidente parecía más grave la semana pasada, pero al final no hubo necesidad de cirugía. Según el equipo médico que encabeza el cirujano Antônio Luiz de Vasconcellos Macedo, Bolsonaro seguirá recibiendo atención ambulatoria. Macedo ya operó a Bolsonaro tras el ataque del 6 de septiembre de 2018, cuando fue apuñalado en Juiz de Fora.
Vine aquí con un 90% de posibilidades de cirugía, dijo el presidente al salir del hospital. “Dos días después, se descartó la posibilidad de cirugía. Quería irme desde el primer día, pero no me dejaron. En unos diez días, comeré una costilla a la barbacoa.
El presidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, fue dado de alta hoy del Hospital Vila Nova Star; estaba internado desde el miércoles 14 de julio para tratar un cuadro de subtrucción intestinal, señaló el último parte médico.
Tenía que ponerme a dieta, hice lo que tenía que hacer. Quería irme desde el primer día, pero no me dejaron. Espero que en unos diez días pueda estar comiendo un filete de costilla”, dijo el presidente a los periodistas.
Pese a estar hospitalizado, Bolsonaro siguió a cargo del Ejecutivo y muy activo en redes sociales, publicando fotos y comentando temas políticos, como la investigación contra su Gobierno por parte de una comisión del Senado (CPI) por presuntas irregularidades en la compra de vacunas contra el coronavirus.
La CPI me acusa constantemente de ser corrupto. No compré, no pagué, dijo en declaraciones a la prensa desde hace más de media hora y sin máscara.
Bolsonaro también defendió a su exministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, cuya gestión es duramente cuestionada por la comisión investigadora del Senado sobre el manejo de la pandemia.
¿Quieres derrocar al gobierno? Ya dije que solo Dios me sacará de la silla presidencial, señaló Bolsonaro, quien aspira a un segundo mandato en las elecciones de 2022, para lo cual deberá vencer electoralmente al exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva que, según las encuestas, aparece como el favorito.
Bolsonaro fue hospitalizado luego de sufrir un dolor abdominal agudo y un ataque de hipo que había durado más de diez días. El problema de salud del presidente surge en un contexto de erosión de su popularidad y tensiones políticas, con sospechas de corrupción en los contratos negociados por su gobierno para la compra de vacunas contra el coronavirus.