Junio es un mes agitado para la disputa entre Argentina y el Reino Unido con respecto al Territorio Británico de Ultramar de las Islas Falkland, con una serie de fechas recordatorias referidas al desacuerdo en curso.
En efecto, Argentina incorporó a su calendario nacional desde 1973, el 10 de junio, como el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, (recordando la primera Comandancia Argentina establecida en las Islas el 10 de junio de 1829). Luego tenemos el 14 de junio, cuando las Islas Falkland conmemoran el Día de la Liberación, que es cuando las tropas argentinas de ocupación se rindieron a una Task Force británica luego de un conflicto armado de 74 días, y finalmente ambas partes, Falklands y Argentina, asisten al Comité de Descolonización de las Naciones Unidas para presentan sus casos sobre el estatus y la soberanía sobre las Islas en disputa.
Sin embargo, en esta ocasión junio tiene un toque adicional, es un año antes del 40 aniversario del fin del conflicto de 1982 y ambas partes se preparan para conmemorarlo a su manera y propósitos. Asimismo coincide con el fin del quinquenio del embajador británico en Argentina, Mark Kent, quien aprendió a hablar español con fluidez, se convirtió en una figura popular en las redes sociales, incluso manejó un club de aficionados y convirtió la embajada en un centro de actividades.
Sin mencionar el hecho de que durante su misión tuvo lugar el hecho más significativo en cuatro décadas con la Cruz Roja dominando el Proyecto Humanitario que ayudó en las Islas a identificar mediante ADN los restos de 115 argentinos caídos en conflicto de 1982 y enterrados como soldados solo conocidos por Dios.
Como se esperaba en una última entrevista de despedida de los medios argentinos, el tema de la soberanía, la presencia militar británica en las Islas, emergió con insistencia. El embajador Kent destacó que las Islas tienen su propio gobierno electo, basado en el derecho a la autodeterminación, que reafirmaron en un referéndum de 2013, y toman sus propias decisiones, incluidas las relaciones con otros países.
Esto fue inmediatamente respondido por el ministro de Defensa de Argentina, Agustín Rossi, quien se refirió a las políticas del Reino Unido como coloniales y a la ofensiva presencia militar británica en las Islas, como si la guerra nunca hubiera terminado. Las declaraciones se realizaron durante una ceremonia el lunes en el Ministerio de Defensa que también reunió al ministro de Seguridad, Jefes de Estado Mayor, comandantes de todos los servicios militares y Veteranos de Malvinas.
”Como bien conoce el Reino Unido la Resolución 2065 de la ONU y posteriores, tienen muy claro que la forma de resolver la situación colonial de las Malvinas es una negociación bilateral entre Reino Unido y Argentina. Nunca incluyó el derecho a la autodeterminación, ya que este principio solo se aplica a los casos que involucran a un pueblo dominado o colonizado. Este no es el caso de los que viven en Malvinas”, señala un comunicado del secretario de Malvinas, Daniel Filmus.
La sensibilidad del asunto para Argentina es evidente, y así lo puede medir la delegación que asistirá en la última semana de junio, en Nueva York, al Comité de Descolonización de Naciones Unidas, o C24, encabezado por el canciller Felipe Solá.
Las Islas Falkland insisten en participar en las reuniones anuales del C24, a pesar de que el Ministerio de Relaciones Exteriores no está del todo convencido, ya que muchos, cuando no la mayoría, de los miembros del C24 son países que tienen poca consideración por los derechos humanos, los valores democráticos o el estado de derecho y año tras año resuelven acordar una declaración unánime en apoyo del reclamo de Argentina sobre las Islas, con poca consideración por la autodeterminación o aceptando una visita in situ a las Islas a pesar de las repetidas invitaciones.
El problema también es que algunos países vecinos, con los que las Falkland tienen relaciones normales, suelen ser patrocinadores de la declaración del C24 en apoyo de Argentina.