El gobierno brasileño del presidente Jair Bolsonaro firmó este martes un contrato con AstraZeneca para la fabricación local de la vacuna de ese laboratorio contra el covid-19.
Bolsonaro incluso expresó su anhelo de que el inmunizador, desarrollado junto con la Universidad de Oxford, pueda exportarse en el futuro, aunque no especificó a dónde, sobre todo teniendo en cuenta que Argentina y México ya coproducen la misma vacuna a nivel local y apuntan a suministrar a la región además de sus respectivos mercados domésticos.
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El acuerdo brasileño permitirá a la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), un centro de investigación médica líder en Brasil, tener pleno acceso al método de producción del fármaco y fabricar el IFA, o ingrediente activo de la vacuna. Hasta ahora, Fiocruz producía la vacuna AstraZeneca, pero importaba el IFA de otros países, especialmente China, en el marco de un acuerdo alcanzado el año pasado entre el Gobierno de Brasil y el laboratorio anglo-sueco.
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, señaló que se trata de un paso crucial y estratégico en la lucha contra la pandemia que servirá para avanzar en la autosuficiencia y soberanía productiva del fármaco AstraZeneca. Según datos oficiales de una población de 212 millones de brasileños, solo 22 millones han recibido las dos dosis necesarias, mientras que otros 45,2 millones han recibido solo la primera.
También según el Gobierno, alrededor del 30% de las vacunas aplicadas en el país son las desarrolladas por AstraZeneca, mientras que el 65% son de la firma china Sinovac, envasada localmente por el Instituto Butantan de Sao Paulo, y el resto de la farmacéutica Pfizer.
Con 465.000 muertos y 16,6 millones de contagiados, Brasil es el país latinoamericano más afectado por el coronavirus y uno de los más damnificados del mundo, junto con Estados Unidos e India. En las últimas 24 horas, el país ha reportado 2.408 muertes relacionadas con el covid-19 y cerca de 80.000 casos nuevos, menos de dos semanas antes de comienzo de la Copa América, que el gobierno de Bolsonaro decidió albergar tras la decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) con respecto a la inviabilidad de que se juegue tanto en Colombia como en Argentina como estaba planeado originalmente.
El propio Bolsonaro ratificó este martes que la Copa América se disputará en Brasil, a partir del próximo domingo 13 de junio. Se ha confirmado que Brasilia, Río de Janeiro, Mato Grosso y Goiás albergarán partidos, mientras que Florianópolis podría sumarse en las próximas horas.
Estamos en condiciones de realizar la Copa América con los mismos protocolos que se utilizan para los partidos internacionales de clubes, explicó Bolsonaro.
La clave para elegir estas ciudades es que la Conmebol debe tener disponibilidad absoluta de estadios, y dado que la Primera División local conocida como Brasileirao comenzó el fin de semana pasado, otros estadios no estaban completamente disponibles.
Todos mis ministros, incluido el de Salud, están de acuerdo en que se juegue el torneo, dijo Bolsonaro a pesar de la fuerte oposición interna. ”Hablé con la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) y todos los ministros sobre la Copa América. Se juega la Libertadores, la Sudamericana, la eliminatoria mundial, tenemos un partido contra Ecuador el viernes. Nadie dice nada, ni tienen ningún problema con todos esos partidos que ya se juegan..., ¿Por qué quieren condenar la celebración de la Copa América?”, preguntó.
El lunes por la mañana, la Conmebol anunció que Brasil sería sede del torneo. Pero una cuestión queda por aclarar: todas las delegaciones visitantes de hasta 65 miembros cada una deben vacunarse por protocolo y no hay tiempo suficiente para que los inmunizadores desarrollen los anticuerpos necesarios antes de su llegada a Brasil. Queda por ver cómo reaccionarían los equipos y jugadores ante un requisito obligatorio que no se aplica a las competiciones de clubes sudamericanas.