Un banco suizo admitió el viernes ante un Tribunal Federal de Nueva York que había blanqueado alrededor de 25 millones de dólares para el difunto presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA Julio Humberto Grondona y su familia, se informó.
El banco suizo Julius Bär admitió haber lavado ese dinero “del pago de sobornos que recibió a cambio de los derechos televisivos de los Mundiales de 2018, 2022, 2026 y 2030, así como de otros torneos”.
La entidad también reconoció haber realizado operaciones de blanqueo en Suiza y Estados Unidos para tres herederos de Grondona.
El banco dio a conocer esta información como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en el caso conocido como FIFAgate por el que han sido procesados numerosos funcionarios del fútbol internacional, pero que el propio Grondona evitó mediante una oportuna muerte el 30 de abril de 2014.
El Julius Bär ha reconocido que sirvió como canal para el blanqueo de millones de dólares destinados al entonces presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Ricardo Teixeira, y al tesorero Sergio Jadue, jefes de sus respectivas asociaciones nacionales en Brasil y Chile.
El banco acordó pagar alrededor de US $ 79,6 millones, entre multas y decomisos, y someterse a un proceso de control y auditoría durante los próximos tres años.
Julius Bär también explicó que el ejecutivo de la televisión argentina Alejandro Burzaco y algunos de sus colegas de la firma Torneos y Competencias SA crearon dos empresas fachada (FPT Sports SA y Arco Business and Developments Ltd) con las que abrieron cuentas y subcuentas en Suiza a través de las cuales pagaron a Grondona más de US $ 30 millones por los derechos televisivos de los Mundiales. De esos fondos, US $ 25 millones se transfirieron a una subcuenta de FPT Sports.
“El propósito de colocar los fondos en una subcuenta, en lugar de en la cuenta principal, era ocultar los fondos, al tiempo que permitía a Torneos ... recibir extractos bancarios para confirmar que se habían realizado los pagos”.
En los documentos presentados ante el tribunal, se hace referencia a Grondona como el Dirigente de Fútbol N° 1, aunque pruebas adicionales sustanciales permitieron a los investigadores identificarlo de manera concluyente, incluido el hecho de que era el titular de la AFA y tenía tres herederos.
El banco también admitió que Grondona había emitido instrucciones específicas sobre cómo invertir los fondos depositados en esa subcuenta y que luego de su muerte, en noviembre de 2014, se habían transferido más de US $ 16,5 a otra cuenta en la misma entidad a nombre de uno de sus herederos.
A principios de 2015, el banco transfirió otros $ 8 millones a través de una cuenta corresponsal en Nueva York a otra cuenta en otro banco suizo para el segundo heredero de Grondona. Y para entonces el banco ya estaba haciendo negocios con su tercer heredero para abrir otra cuenta en el banco y aprobar el depósito de tres cheques de la FIFA.
La entidad financiera también admitió haber canalizado dinero de sobornos de derechos televisivos de las Copas América, Libertadores y Sudamericana (todas competencias de la Conmebol) para varios ejecutivos del fútbol continental, a saber, Eugenio Figueredo, presidente de la Conmebol y de la Asociación Uruguaya de Fútbol; Nicolás Leoz, presidente de Conmebol y de la Asociación Paraguaya de Fútbol; Marco Polo del Nero y José María Marín de la Confederación Brasileña de Fútbol; Romer Osuna, delegado de la FIFA en Bolivia y tesorero de la Conmebol, y Sergio Jadue, vicepresidente de la Conmebol y presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile.
Los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis también fueron identificados por su participación en este tipo de transacciones. Ambos están en Argentina y en libertad luego de que el hoy extinto juez Claudio Bonadío rechazara en 2016 una solicitud para extraditarlos a Estados Unidos.