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La cuarentena tiene consecuencias catastróficas en la economía argentina, según un informe

El año pasado, 22,860 empresas se perdieron por restricciones, más que las que habían cerrado entre 2018 y 2019 combinados

Los datos de la agencia federal de impuestos en Argentina (AFIP) muestran que se perdieron 235.381 empleos y alrededor de 23.000 empresas cerraron como resultado de la contracción de la economía debido a las medidas sanitarias contra el coronavirus, se informó el viernes.

El año pasado, 22,860 empresas se perdieron por restricciones, más que las que habían cerrado entre 2018 y 2019 combinados, según registros oficiales, lo que resultó en la pérdida de 235.381 empleos, informó el medio de noticias por cable TN, aunque admitió que podría haber algún margen de error ya que estas cifras provienen de declaraciones de impuestos, algunas de las cuales pueden no haber sido completadas correctamente.

“Para que una empresa decida cerrar tiene que haber problemas muy grandes y hasta falta de perspectiva”, dijo a TN la consultora María Castiglioni de C&T Asesores Económica. “Pero más fuerte es la caída del empleo, que ocurrió a pesar de la prohibición de los despidos”, agregó.

Estos resultados fueron morigerados por la “prohibición” gubernamental de los despidos, que básicamente consistía en duplicar la indemnización a la que tenía derecho un empleado, y el programa ATP bajo el cual el estado se hacía cargo de los salarios de los trabajadores cuyos empleadores - unas 300.000 empresas - se vieron obligados a cerrar temporalmente para observar la cuarentena obligatoria.

“En 2020 se destruyeron más empresas que en el acumulado de 2018 y 2019. Algo similar ocurre con los empleados, lo que agrava aún más la situación”, dijo a TN el economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman.

El número de empresas en Argentina ha estado en declive durante varios años. En 2015 había 568,737 entidades registradas ante la AFIP, de los cuales 521,372 seguían en pie a fines de 2020.

“Si bien el PIB puede haber crecido en algunos años, la reducción casi constante del número de empresas de marca que invierten en Argentina es más una excepción que una regla. Un país sin inversión es un país que hipoteca su crecimiento futuro”, explica Rajnerman. “En consecuencia, es probable que los problemas de hoy se agraven en el futuro”, agregó.

Y el economista Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria, insistió en que “el factor pandémico es temporal, pero hay algo permanente: ... falta de estabilidad macroeconómica ...”