Debido a la complicada situación que se vive en Colombia, los medios más importantes del mundo han hecho varias publicaciones sobre lo que está sucediendo, informa desde Bogotá el semanario La Semana.
Durante dos días consecutivos el diario The New York Times ha abierto su edición internacional con impresionantes imágenes de las protestas en Colombia, El País de España ha hecho lo propio y ahora The Economist hizo un análisis sobre la bomba social que se desencadenó con la presentación de la reforma tributaria.
En el análisis, el medio inglés explicó que lo que atraviesa hoy el país es producto de la frustración de miles de personas que han sufrido los embates de la pandemia y que vieron como injusta la reforma tributaria presentada por el ex ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
“Desde el 28 de abril, los manifestantes desafiaron el toque de queda a las 8 pm y el riesgo de contraer el covid-19 para tomar las calles de Bogotá, la capital de Colombia. Han quemado autobuses y comisarías y saqueado bancos y comercios. Los manifestantes también bloquearon todas las carreteras principales que conducen a Cali, la tercera ciudad más grande del país, durante varios días, lo que resultó en estantes vacíos en las tiendas de comestibles y escasez de medicamentos en los hospitales. Al menos 30 personas murieron y más de 800 civiles y policías resultaron heridos”, cuenta el artículo.
Para The Economist, aunque todo lo desencadenó la reforma tributaria, la continuación de las marchas son más resultado del resentimiento que existe entre una buena parte de la población contra el presidente Iván Duque, por lo que dicen que es probable que los disturbios persistan.
Por otro lado, indicaron que aunque impopular, la reforma de Duque era necesaria, sobre todo para hacerle frente al déficit fiscal que se ha triplicado a casi el 8% del PIB.
Además, aclararon que esta no afectaba en mayor medida a la población de menos ingresos, como creen algunos, sino que por el contrario, los aumentos de impuestos golpeaban más a los ricos. Por otro lado, aseguraron que el gasto en programas sociales se habría aumentado, lo que hubiera beneficiado a unas 19 millones de personas.
En el artículo, critican fuertemente el papel de Duque, sobre todo por los pobres resultados en materia de seguridad, una de sus banderas de campaña. “El presidente prometió hacer el país más seguro. Pero la violencia está empeorando. Colombia está exportando cantidades récord de cocaína y los grupos armados ilegales se están fortaleciendo”, asegura el medio.
En este sentido, mencionaron que el panorama para el presidente seguirá siendo muy complicado, pues aunque ya hay acercamientos y diálogos con sectores de oposición, las demandas se han ido ampliado y ya entraron en el tablero de la discusión otros temas como la erradicación forzada de la coca, la reforma a la salud, entre otros.
“Todo esto debilitará a Duque. A diferencia de sus predecesores, no tiene una coalición mayoritaria estable en el Congreso. Incluso su mentor, Álvaro Uribe, un ex presidente, se ha distanciado y fue uno de los primeros en hablar en contra del proyecto de ley”, dice The Economist.
Pero la revista no solo se refirió al papel de Duque, destacaron que uno de los favorecidos con el caos que se ha presentado en el país ha sido el senador, Gustavo Petro, pues está arriba en las encuestas y desde ya se perfila como uno de los candidatos con más opciones para llegar a la casa de Nariño
“Ha propuesto que el banco central imprima más dinero para hacer frente a las secuelas de la pandemia, y ha elogiado al fallecido Hugo Chávez, el socialista despótico que puso a Venezuela en el camino de la ruina”, recalcaron.
Finalmente, concluye que lo más seguro es que Duque no sea recordado por haber dejado una reforma fiscal audaz, sino por asegurar que Colombia obtenga su primer presidente socialista”.