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Guterres respalda el impuesto a los millonarios para ayudar a combatir el covid-19
El máximo funcionario de las Naciones Unidas quiere reducir las desigualdades extremas. El secretario general de la ONU, António Guterres, coincidió este lunes con dirigentes de varios países en la conveniencia de gravar a los más ricos y posibilitar que los Estados tengan más recursos para apoyar a la población vulnerable,gravemente afectada por la pandemia de coronavirus.
“Se necesita un cambio de paradigma para alinear al sector privado con los objetivos globales para enfrentar los desafíos futuros, incluidos los causados por Covid-19”, dijo Guterres el lunes al hablar en el Foro del Consejo Económico y Social sobre Financiamiento para el Desarrollo.
El portugués Guterres agregó que “en el último año se ha producido un aumento de cinco billones de dólares en los activos de los más ricos del mundo. Insto a los gobiernos a que consideren aplicar un impuesto a la solidaridad o al patrimonio a quienes se han beneficiado durante la pandemia, para reducir las desigualdades extremas”.
Guterres también favoreció medidas que traigan liquidez a los países que la necesiten, en lugar de presionar para cobrar deudas que requerirían alivio. “Pero tenemos que ir más allá de su alivio”, dijo.
El Secretario General apoyó el fortalecimiento de “la arquitectura de la deuda internacional para poner fin a los ciclos letales de oleadas de deuda, crisis de deuda global y décadas perdidas”.
Otra acción prioritaria que propuso fue invertir en un nuevo contrato social, basado en la solidaridad y las inversiones en educación, trabajos decentes y verdes, protección social y sistemas de salud que serían la base del desarrollo sostenible e inclusivo. “Este Foro debe brindar ambición e impulso para financiar un futuro resiliente, inclusivo, equitativo y sostenible para todos”, dijo.
En este sentido, el gobierno argentino del presidente Alberto Fernández se adelantó a su época cuando se aprobó el “impuesto millonario” a principios de diciembre del año pasado.
Los nuevos impuestos afectarían a solo 12.000 personas de los 45 millones del país y el gobierno esperaba recaudar en ese momento hasta 3.700 millones de dólares para invertir en los esfuerzos de ayuda del covid-19.
