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Asamblea de Río de Janeiro ahora no quiere cambiar el nombre del estadio Maracaná, para centrarse en la pandemia

Miércoles, 7 de abril de 2021 - 10:13 UTC
“Maracaná se llamará eternamente Maracaná”, dijo Ceciliano. “Maracaná se llamará eternamente Maracaná”, dijo Ceciliano.

La Asamblea Legislativa del estado brasileño de Río de Janeiro (Alerj) decidió este martes dar marcha atrás y abandonar la iniciativa para cambiar el nombre del emblemático Maracaná en honor a la leyenda del fútbol Pelé.

El proyecto de ley había sido aprobado hace un mes y el nuevo nombre oficial iba a ser “Rei Pelé”.

El cambio de nombre provocó intensas discusiones en Brasil, que vive el peor momento de la pandemia, con registros de muertes y hospitales al borde del colapso.

El autor de la iniciativa y presidente de la Asamblea, André Ceciliano (Partido de los Trabajadores, izquierda), pidió al gobernador interino Claudio Castro que la vete por la polémica que generó y considerando que las autoridades deben enfocarse en combatir la pandemia del coronavirus.

“Con el respaldo de los líderes [de la Asamblea], enviaré al gobierno la solicitud de veto del proyecto”, dijo Ceciliano en una reunión con los diputados, quienes apoyaron su nueva solicitud. “Mi intención era rendir homenaje a nuestro rey del fútbol, deportista del siglo, el mejor jugador de todos los tiempos”, explicó Ceciliano.

La Alerj aprobó el 9 de marzo cambiar el nombre oficial a “Edson Arantes do Nascimento-Rei Pelé”, en tributo al único futbolista tres veces campeón del mundo (1958, 1962 y 1970).

“La verdad, el Maracaná se llamará eternamente Maracaná”, agregó Ceciliano mientras el veto de Castro se da por descontado según medios locales. El nombre oficial del estadio es “Jornalista Mario Filho”, en honor a un legendario periodista y cronista deportivo. Pero se le conoce simplemente como Maracaná, por el nombre del barrio de Río de Janeiro donde se ubica.

El estadio ha sido escenario de partidos históricos, incluidas las finales de la Copa del Mundo de 1950 y 2014, y las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016.

Hogar del Fluminense y del dos veces campeón brasileño Flamengo, el imponente estadio con 78.000 asientos también está lleno de traumas para los brasileños. Se inauguró en 1950 para la Copa del Mundo de ese año, albergando la desgarradora derrota de Brasil por 2-1 ante Uruguay en la final, un evento que todavía se recuerda tristemente como el “Maracanazo”. A Pelé, de 80 años, se le atribuye haber restaurado el orgullo futbolístico de Brasil después de esa debacle.

El cambio de nombre propuesto se limitaría al estadio de fútbol, mientras que el complejo deportivo, que incluye el gimnasio Maracanãzinho y el estadio de atletismo Célio de Barros, seguiría siendo “Mario Filho”.

Los historiadores y familiares de Filho nunca estuvieron de acuerdo con el cambio. Incluso el Ministerio Público del territorio sugirió frustrar la iniciativa, más aún cuando el nombre del estadio “integra la identidad cultural de Río” y la medida violaría el patrimonio inmaterial de la afición.

El Maracaná fue inaugurado con el nombre oficial de Estadio Municipal Mendes de Moraes, en honor al entonces alcalde de Río. Pero a medida que el prestigio del político se desvanecía, se le cambió el nombre cuando Filho falleció en 1966 y Brasil ya había ganado dos mundiales.