En un fallo dividido 3-2, la Corte Suprema de Brasil determinó el martes que la sentencia del juez Sergio Moro al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva (2003-2011) por cargos de corrupción en el caso Lava Jate estuvo viciada de parcialidad.
Esta decisión podría tener un efecto de avalancha en todos los otros por el mismo juez que luego se convertiría en ministro de Justicia del actual mandatario Jair Bolsonaro.
Con la votación empatada en 2, la jueza Carmen Lúcia fue la última en emitir su decisión, la cual sorprendió a muchos en vista de su respaldo a Moro en 2018. Pero la aceptación por parte de éste de la oferta de Bolsonaro para convertirse en ministro de Justicia fue considerada prueba suficiente de su animosidad política hacia Lula.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil (STF) resolvió entonces que todas las decisiones tomadas por Moro en el caso del triplex de Guarujá, “incluidos los hechos practicados en la etapa previa al juicio” eran nulas porque el magistrado “mostró parcialidad en su conducta”.
Lula había sido condenado por recibir un apartamento como soborno de la constructora OAS. A la luz de este nuevo fallo, todo el proceso ahora vuelve al punto de partida en un tribunal federal en Brasilia.
A pesar de que fue una decisión limitada al caso triple, la parcialidad de Moro conducirá a la anulación total de todos los procesos de corrupción contra el líder del PT, según los juristas, y dará lugar a la invalidación de las condenas impuestas a otros imputados.
El STF explicó que la defensa solicitó la nulidad de la acción penal porque ”Moro recibió y aceptó la invitación del presidente electo Jair Bolsonaro para asumir el Ministerio de Justicia (...) demostrando así su parcialidad hacia el expresidente y revela que habría actuado durante todo el proceso con motivación política”.
En tanto, el Instituto Lula dijo en un comunicado elaborado por el equipo legal del ex presidente que reconocer el sesgo de Moro ha fortalecido el sistema de justicia en Brasil.
La decisión que la Sala II de la Suprema Corte Federal emitió hoy es histórica y vigorizante para el imperio de la ley y para el debido proceso legal, prosigue el comunicado. “Esperamos que la sentencia dictada hoy por la Corte Suprema sirva de guía” para el futuro.
Lúcia destacó que entre la primera votación y la del martes hubo elementos que cambiaron el escenario. Los mensajes filtrados por piratas informáticos en 2019 y publicados por el sitio The Intercept mostraron cómo Moro supuestamente coordinó la acusación en mensajes con los fiscales dirigidos a un veredicto de culpabilidad por corrupción y lavado de dinero. A Lúcia se le unieron en su decisión los Jueces Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski.
Toda persona tiene derecho a un juicio justo y al debido proceso legal ya la imparcialidad del juez, dijo Lúcia al emitir su voto. Sabía muy bien que podría producirse un efecto cascada en otros casos, por lo que se apresuró a subrayar que su fallo se limitaba a Lula y al caso del triplex de Guarujá. “La votación no dice nada sobre otros casos llevados a cabo por el mismo juez. La parcialidad corresponde a una situación singular de una persona, en este caso, Luiz Inácio Lula da Silva ”, dijo la magistrada de la Corte Suprema.
La reanudación del análisis del sesgo de Moro se produjo dos semanas después de que el juez Edson Fachin anulara las condenas por corrupción contra Lula, lo que permitió que el líder del PT recuperara sus derechos políticos, hecho que le permite postularse en 2022. La decisión de Fachin había sido interpretada como un maniobra para omitir la discusión sobre el sesgo de Moro para preservar la operación.
Una vez establecido el prevaricato de Moro, se espera que se retiren todos los cargos pendientes contra Lula, según expertos en derecho. La decisión también asesta un duro golpe al presidente Bolsonaro, cuya campaña política se había montado sobre una diatriba anticorrupción y el escándalo Lava Jato, que parece encaminarse al olvido. Terminé con Lava Jato porque no hay más corrupción en el gobierno, se había jactado Bolsonaro en octubre del año pasado.
Este fallo judicial también hizo mella en las esperanzas personales de Moro de postularse para la presidencia el próximo año, aunque todavía tiene una imagen positiva del 45% según encuestas no oficiales.