La ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, escribió a mano una carta en la que dice estar siendo torturada y abusada mientras se encuentra encarcelada, acusada de diversos delitos en los hechos que la llevaron a la primera magistratura del país.
Mis primeras palabras al pueblo boliviano desde la cárcel de la dictadura, dijo (del presidente Luis Arce) en un mensaje que se difundió ampliamente a través de las redes sociales el martes.
Pero el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, negó sus acusaciones y sostuvo que se está respetando el debido proceso. Los derechos humanos de la ex presidenta de facto Jeanine Áñez y sus ministros no han sido violados, según Rodríguez. ”Ella está mencionando que se ha perdido el estado de derecho, lo cual es totalmente falso. La Asamblea está pidiendo el debido proceso, que se respeten todos los derechos, pero no podemos llegar al extremo de pedirle privilegios en la cárcel”, subrayó.
Áñez fue acusada por su participación en el levantamiento de 2019 que llevó a la renuncia del presidente Evo Morales y su posterior acceso al poder en lo que fue, según la fiscalía, un golpe de estado que comprendió los delitos de sedición y terrorismo.
El arresto preventivo de la ex presidenta interina inicialmente por cuatro meses se ha extendido a seis, debido al riesgo de fuga. El viernes pasado fue trasladada a una clínica por el deterioro de su salud (hipertensión) pero horas después fue conducida a un centro de detención diferente.
El director del sistema penitenciario boliviano, Juan Carlos Limpias, explicó que luego del viaje de Áñez a la clínica se había decidido transportarla a otra prisión para que el instituto forense verifique el estado de su salud.
El senador Leonardo Loza describió la carta como “una carta política, no tiene nada que ver con el tema de salud. Antes hablaron de persecución política para no responder a la justicia boliviana”.
Añez asegura que ”[ellos] ya me han quitado la libertad (...) ahora quieren quitarme la salud, ya que no se permitió que ningún médico independiente la revisara, y culpó a Arce y a su gobierno si algo mayor le sucedía su salud.
Aquí estaré mientras mi cuerpo me pueda sostener, escribió Áñez, quien agregó que no tenía intención de salir de Bolivia, a diferencia de los que renunciaron cobardemente para no lidiar con un país en llamas.
“Nunca fui un terrorista. Asumí la Presidencia por sucesión constitucional para pacificar a Bolivia. No hubo golpe, hubo fraude”, afirmó en su carta. También dijo que sus sobrinos, de 20 y 28 años, fueron torturados por los policías que formaban parte del operativo para detenerla y que otros familiares, ancianos y niños fueron amenazados”.
Añez se encuentra actualmente encarcelada en el centro de mujeres de Miraflores, donde se encuentra aislada para observar las medidas de cuarentena vigentes bajo el protocolo anti covid-19 vigente dentro de las cárceles.
“Soy madre soltera y si me matan de una u otra forma (...) solo quiero pedirle al pueblo boliviano la seguridad de mis hijos y mi familia y que los bolivianos nunca se rindan ante la dictadura y persecución política ”, agregó.