El gobierno uruguayo debatirá este martes una radical reducción de la movilidad en medio de una nueva ola de contagios de Covid-19. Este lunes se detectó la cifra más alta de casos nuevos, con casi 2.700 casos y un 18% de positividad, y se confirmó la circulación comunitaria de la variante P-1 del virus, proveniente de Brasil.
Tras la publicación del informe diario del Sistema Nacional de Emergencias (SINAE) y el informe del Ministerio de Salud Pública (MSP) conjuntamente con la Universidad y laboratorios privados confirmando la circulación comunitaria de la nueva variante, conocida por ser más contagiosa –aunque no más mortal–, el presidente Luis Lacalle Pou convocó este martes al Consejo de Ministros para evaluar nuevas medidas que frenen el crecimiento exponencial de los casos de coronavirus en el país, afectando principalmente a la capital, Montevideo, y a Rivera, departamento fronterizo con Brasil.
La convocatoria se decidió en el marco de un rebrote de la primera ola que data de enero, que coincide justo con el inicio de la vacunación el pasado primero de marzo, y a partir de las distintas variantes que marcan un mayor riesgo epidemiológico no vivido en Uruguay desde el inicio de la pandemia.
El gobierno se enfrenta ante pronósticos sombríos y reclamos por parte de colectivos científicos, académicos y políticos para imponer mayores restricciones a la movilidad, medidas que no se aplicaron en Uruguay a diferencia de países vecinos.
El plan del gobierno frente al avance del virus debió ajustarse en la última semana debido al aumento de los casos y el consiguiente estrés sobre el sistema sanitario, que aún mantiene una capacidad de respuesta moderada –el nivel medio– pero con riesgo de pasar rápidamente a una situación comprometida, según el informe que difundió el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) del ejecutivo.
El 1 de marzo Uruguay inició su plan de vacunación con las dosis de Coronavac –y días después las de Pfizer– llegadas al país suramericano, que ya han sido administradas a 336.558 personas, casi uno de cada diez habitantes, hasta las 17.30 horas de este lunes.
El ministro de Salud, Daniel Salinas, dijo que esa noticia puede llevar al gobierno a cambiar los rumbos en cuanto a las medidas aplicadas hasta el momento para el control de la pandemia. Cuando cambia la situación y tenemos elementos que la ciencia nos aporta, eso nos puede llevar a cambiar los rumbos, a rmó el jerarca en la conferencia de prensa que brindaron el Ministerio de Salud Pública, la Universidad de la República y el Institut Pasteur de Montevideo en la tarde del lunes para difundir los hallazgos.
Entre la amenaza que plantea la nueva variante –registrada en al menos siete departamentos, según las autoridades– y el aumento de casos diarios, los integrantes del gabinete ministerial y los legisladores de la coalición de partidos que gobierna el país coinciden en que es inevitable ajustar las clavijas para bajar los casos y afrontar la vacunación con algo más de oxígeno. Los 2.682 nuevos casos se dieron en un total de 14.952 tests –18% de positividad– y hubo 19 muertes. Hay 14.418 casos activos y 188 internados en cuidados intensivos, alrededor de un 24% de la capacidad promedio del sistema de salud.
Gonzalo Moratorio, integrante del Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI) que vigila el avance del virus SARS-CoV2, informó que la aparición de la nueva variante brasileña empieza a contribuir en el aumento notorio de casos, pero que hacen falta más estudios para determinarlo. El ministro Salinas fue cuestionado sobre la posible saturación de los CTI en el país.
El secretario de estado dijo que en la cartera no son proclives a quedarse quietos y que las medidas que se van a tomar van a formar parte en los anuncios que se realizarán este martes. No hay ninguna medida descartada, indicó.