La presidente del Consejo Electoral de Ecuador (CNE), Diana Atamaint, dijo el jueves que el fin de semana deben proclamarse los resultados de los recientes comicios y advirtió contra cualquier acción que amenace la segunda vuelta presidencial.
No vamos a permitir que se ponga en riesgo la elección de las autoridades el 11 de abril y la posesión, el 14 y el 24 de mayo, de asambleístas y presidente, manifestó en la sede del CNE en Quito.
Sus declaraciones, aunque no señalan a nadie, tienen un destinatario claro, y es el candidato presidencial del movimiento político indígena Pachakutik, Yaku Pérez, quien ha denunciado un supuesto fraude electoral y pedido, en su último recurso, la paralización del proceso de escrutinio.
Atamaint hace a renglón seguido un llamamiento a la responsabilidad para cumplir con los plazos fijados por el calendario electoral al afirmar que hay derechos que son muy válidos, pero también responsabilidades para cumplir con el mandato constitucional.
Con 99,98% de actas procesadas la web del CNE indica que el candidato de izquierda Andrés Arauz gana la primera vuelta con 32,72 % de los votos, seguido del conservador Guillermo Lasso, que técnicamente iría al balotaje con el 19,74 %, y Pérez con el 19,38%.
Pero el candidato indígena lleva denunciando desde la madrugada de los comicios ser objeto de un amaño electoral y ha presentado como fundamento de sus reclamaciones actas que presentaban inconsistencias, además de apuntar errores en la suma de sufragios y atribuciones políticas indebidas de votos.
El edificio del CNE se encuentra desde hace una semana custodiado por efectivos policiales y del Ejército ecuatoriano y rodeado de vallas y concertina para dar seguridad perimetral a un organismo que se ha tornado en foco de las protestas de simpatizantes de Pérez, mientras se espera la próxima semana la llegada de una gran movilización para exigir un nuevo recuento.
Atamaint reconoce que comienza a sentir el cansancio, como nunca antes y que entre el sábado y el domingo se proclamarán los resultados oficiales del escrutinio, tras la revisión de las actas provinciales y las que están por llegar del exterior.