El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que el Ministerio de Salud suspendió la compra de jeringas destinadas a la futura vacunación contra el coronavirus por entender que los precios aumentaron sin sentido, a la vez que minimizó el inicio de la inmunización contra la enfermedad en más de 40 países.
Brasil consume 300 millones de jeringas anuales. También somos uno de los mayores fabricantes. Como hubo interés del Ministerio de Salud en adquirir jeringas para su stock regulador, los precios se dispararon y el Ministerio de Salud suspendió la compra hasta que los precios vuelvan a la normalidad, dijo Bolsonaro en Facebook.
El mandatario, quien consideró recientemente que más importante que la vacuna es el tratamiento precoz de la Covid-19 con hidroxicloroquina, remedio para la malaria sin efectividad comprobada contra el coronavirus, aseguró que en Brasil hay jeringas suficientes para el inicio de las vacunaciones.
En un primer momento la cantidad de vacunas no es grande, subrayó, pese a que aún se desconoce la fecha de inicio de la campaña de vacunación, que debe proveer más de 100 millones de dosis en el primer semestre, y ninguna vacuna ha pedido el registro de autorización.
Bolsonaro minimizó los cuestionamientos sobre la demora de Brasil por iniciar su plan de inmunización, con un Ministerio de Salud conducido por un general sin experiencia en el área sanitaria.
Unos 44 países están vacunando y así y todo Pfizer vendió para muchos de estos apenas 10.000 dosis, dijo, en alusión a la vacuna contra el coronavirus desarrollada por ese laboratorio estadounidense.
Y de ahí viene la falacia de los medios sobre que otros países están vacunando a toda su población, agregó el ex capitán del Ejército.