Consumos para la fabricación de 1 millón de dosis de la vacuna contra el coronavirus del laboratorio chino Sinovac llegaron el jueves por la noche a Brasil para ser procesados y embalados en el estatal Instituto Butantan, del estado de San Pablo, que intenta la aprobación de la inmunización en la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
El gobernador de San Pablo, Joao Doria, divulgó la llegada de un avión proveniente de Beijing con los insumos de la vacuna Coronavac, cuya autorización depende del órgano regulador para que esté a disposición del Ministerio de Salud.
Estos insumos serán suficientes para la producción de un millón de dosis de la vacuna contra el coronavirus, dijo Doria al lado de una bandera con la frase La vacuna de Brasil.
El estado de San Pablo enfrenta resistencia del presidente Jair Bolsonaro para incorporar la Coronavac en el programa nacional de vacunación por dos motivos, peleas políticas entre el mandatario y su exaliado Doria y un alineamiento ideológico contra el origen de la vacuna como su aliado estadounidense, Donald Trump.
El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, dijo que Brasil tendrá a disposición en enero vacunas del laboratorio AstraZeneca, la llamada vacuna de Oxford, aunque su cartera descartó por el momento la de Pfizer debido a que requiere de logística de mantenimiento a 70 grados bajo cero de la cual un país como Brasil carece.
El acuerdo de San Pablo con la china Sinovac es obtener 49 millones de dosis hasta fines de febrero. San Pablo, foco de la Covid-19 en Brasil, redujo el lunes su flexibilización de la cuarentena a raíz del aumento de las hospitalizaciones y el regreso de los contagios a los peores momentos del pico de la pandemia.
Brasil sufre un rebrote o segunda ola, como la calificó el gobernador de Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Uruguay y las provincias de Corrientes y Misiones, Eduardo Leite, con lo cual varios estados han reducido la flexibilización de la cuarentena.
Los otros dos estados del sur que hacen frontera con Argentina, Paraná y Santa Catarina, anunciaron el inicio de una suerte de toque de queda por 15 días entre las 23 y 5 de la mañana para evitar la circulación ante el avance de las internaciones por Covid-19.
En Santa Catarina, cuya capital es Florianópolis, anualmente toman vacaciones más de 600.000 argentinos, según estimaciones del Ministerio de Turismo.