Una veintena de dirigentes políticos del mundo -muchos ex mandatarios latinoamericanos de distinto signo político- impulsan aplazar hasta marzo de 2021 la elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -en principio prevista para el 12 de septiembre-, una alternativa a la que se opone Washington, que busca imponer para el cargo a un estadounidense, hecho que violaría una tradición de seis décadas en el organismo.
Las condiciones distan de ser favorables para el debate reflexivo y profundo que esta decisión requiere, dice la carta que firman 22 ex mandatarios, en alusión a la crisis del coronavirus y la circunstancias económicas, informó la WLA-CdM (World Leadership Alliance-Club de Madrid).
Entre los firmantes figuran el exjefe del Ejecutivo español Felipe González y los antiguos presidentes de Costa Rica Laura Chinchila, de Brasil Fernando Henrique Cardoso, de México Felipe Calderón, Vicente Fox y Ernesto Zedillo; de Chile Ricardo Lagos, de Bolivia Carlos Mesa, de Uruguay Julio María Sanguinetti y de Ecuador Osvaldo Hurtado, así como los ex primeros ministros de Suecia Carl Bildt y de Canadá Kim Campbell.
Todos consideran que América Latina y el Caribe están atravesando no solo un pico de contagios de la Covid-19, sino también se encuentran en una acuciante recesión económica, la mayor de una región desarrollada.
(FW)Las condiciones distan de ser favorables para el debate reflexivo y profundo que esta decisión requiere(W)
Países como México, Costa Rica, Chile y Argentina, y la Unión Europea (UE), apoyan este aplazamiento al que se niega EEUU, que presentó como candidato a su ciudadano de origen cubano Mauricio Claver-Carone.
Se trata del primer candidato estadounidense a dirigir el BID en sus seis décadas de historia, quien negó en una entrevista que Estados Unidos quiera apoderarse de la institución y advirtió que postergar la votación es postergar la recuperación económica en la región.
Además de romper con la tradición de dejar el BID en manos de dirigentes latinoamericanos, la eventual elección de Claver-Carone, asesor especial del presidente Donald Trump para América Latina, permitiría a EEUU, a partir de septiembre, controlar sin mediación el mayor organismo de crédito regional, en un momento de crisis económica, cuando sus préstamos serán clave.