La Central Obrera Boliviana (COB) declaró un cuarto intermedio y comenzó a levantar los piquetes en rechazo a la última postergación de los comicios que hace 12 días paralizaban a gran parte del país, pese a haber calificado de traición al acuerdo entre el Gobierno de facto y el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales que fijó la fecha electoral para el 18 de octubre.
“A partir de la decisión tomada en el Comité Ejecutivo, damos un cuarto intermedio en el conflicto a nivel nacional hasta el 18 de octubre. Pero la lucha no termina, porque estamos seguros de que después del 18 de octubre, (el Gobierno) no va a querer hacer la transmisión de mando”, declaró el secretario Ejecutivo del ente obrero, Juan Carlos Huarachi, citado por el diario Página Siete.
Huarachi dio así marcha atrás a su intención de continuar con los bloqueos, manifestada el jueves luego que la presidenta Jeanine Áñez promulgara la nueva fecha electoral tras un consenso con el MAS en el parlamento, en un intento de poner fin a las protestas de la COB y otras organizaciones, y a una escalada de las amenazas de violencia política por parte de la derecha.
El repudio inicial de la COB, que rechazó la ley por no haberse consensuado con el pueblo boliviano, había elevado las tensiones hacia la organización sindical, víctima esta madrugada de un ataque con explosivos en su sede de La Paz, que solo causó daños materiales.
Con la suspensión de los cortes, el dirigente sindical dijo que su decisión se busca evitar más enfrentamientos y muertes porque la COB y el Pacto de Unidad del MAS son realmente los pacificadores del país.
Ayer se promulgó la ley para las Elecciones Generales 2020, haciendo ver que están pacificando el país, pero un atentado contra la COB, contra una institución obrera reconocida ¿A eso le llaman pacificar?, ironizó Huarachi, quien aseguró que el Ejecutivo no quería elecciones y esta ley es una conquista de la clase obrera.
La presión sobre el ente obrero había aumentado en las últimas horas, después que otras organizaciones, como la Federación Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Chuquisaca y la de Mujeres Trabajadoras de Pueblos Originarios Bartolina Sisa, decidieran suspender los piquetes tras la fijación de la fecha electoral.
El viceministro de Coordinación Gubernamental, Israel Alanoca, informó que al menos el 50% de los bloqueadores dejó su medida de presión y consideró que Huarachi se estaba quedando solo en el conflicto.
”Se está quedando totalmente solo en este momento, él ya debería deponer sus acciones porque tiene que actuar con responsabilidad”, señaló Alanoca, quien advirtió que el derecho a la huelga se acaba cuando afectan a los derechos de otros, reportó el periódico La Razón.