Colombia extendió el martes por 16 días más, hasta el 1 de agosto, el aislamiento preventivo obligatorio en todo el país para contener la expansión del coronavirus, aunque continuará con una reapertura gradual de las actividades económicas y sociales con altos niveles de seguridad.
Se trata de la séptima ocasión que el Gobierno prolonga el aislamiento, inicialmente declarado el 25 de marzo en todo el país sudamericano que reporta más de 124.000 casos confirmados de COVID-19 y 4.359 muertes.
La cuarentena vencía el 15 de julio, aunque miles de empresas reanudaron sus actividades gradualmente con protocolos de seguridad y personal reducido.
“El concepto de aislamiento preventivo se mantiene y quiere decir que las personas que están dentro del régimen de excepciones van a seguir operando dentro de él y lo que hacemos es extender el concepto de preventivo obligatorio hasta el primero de agosto”, dijo el presidente Iván Duque en su programa diario en el que presenta un informe de la pandemia.
La prórroga mantiene excepciones a 43 actividades con el fin de mantener la productividad en el marco de la emergencia sanitaria que regirá hasta el 31 de julio
De los más 1.100 municipios del país de 50 millones de habitantes, 490 municipios están libres del virus, 295 no han reportado casos tres semanas y 100 tienen baja afectación
Pese a la extensión de la medida de aislamiento obligatorio podrá circular un miembro por cada familia para comprar alimentos, medicinas y realizar transacciones financieras en bancos, como se autorizó con la primera orden de cuarentena.
También podrá continuar circulando el personal que trabaje en los servicios de salud, en la producción de alimentos, medicamentos, hidrocarburos, minerales, en la prestación del servicio de transporte, de telecomunicaciones y de abastecimiento de energía y agua potable.
Previamente, el Gobierno autorizó la reapertura gradual de la construcción, la industria manufacturera y algunos sectores del comercio. Sin embargo, continúa la prohibición de eventos públicos masivos, así como el funcionamiento de bares, discotecas y las aglomeraciones de público.
El gobierno estima que la cuarta economía de América Latina se contraerá un 5,5% este año, muy lejos de la expansión de 3,7% que se esperaba antes de la aparición de la pandemia que adicionalmente ha dejado a millones de personas sin empleo.