El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó este martes al Ministerio de Salud que vuelva a informar sobre el total de los casos de coronavirus registrados en el país, no solo de los diarios, en contra de la nueva y cuestionada metodología empleada por el Gobierno de Jair Bolsonaro para contabilizar las personas contagiadas de Covid-19 que, según la oposición, busca hacer invisible la magnitud de la crisis.
El magistrado del STF Alexandre de Moraes se pronunció a favor de una petición formulada por los partidos opositores Rede Sustentabilidade, PSOL y PCdoB, si bien solicitó a la Procuraduría de la Unión (AGU) que presente las informaciones que considere necesarias en un plazo de 48 horas.
El Ministerio de Salud solía informar sobre el total de personas contagiadas por coronavirus, desglosando el dato en muertos, recuperados y en la afectación por territorios. Sin embargo, la semana pasada decidió cambiar el sistema para informar solamente de las cifras referidas a las últimas 24 horas, haciendo hincapié en el número de personas recuperadas.
Ordeno al ministro de Salud que mantenga, en su integridad, la divulgación diaria de los datos epidemiológicos relativos a la pandemia de Covid-19 con los números acumulados, exactamente como se había realizado hasta el 4 de junio, señaló De Moraes.
El nuevo sistema empleado por el gobierno de Bolsonaro generó numerosas críticas por parte de oposición, organizaciones civiles y medios de comunicación, que incluso se aliaron para ofrecer diariamente los datos completos. Así, según sus estimaciones, en las últimas 24 horas se produjeron 849 muertes para un total de 37,312 en Brasil.
De Morais consideró en su fallo que la publicidad es imprescindible dentro de la administración pública a los ojos de la Constitución y frente a la gravedad de la emergencia por la que pasa el país a causa del coronavirus
La decisión se suma a otra de la Fiscalía, que pidió en un plazo de 72 horas que vence este martes, el ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello que explique las razones para el cambio de metodología.
La gestión del coronavirus de Bolsonaro es mundialmente criticada. El mandatario minimizó desde el principio la gravedad de la enfermedad, a la que calificó de gripecita, rechazó las cuarentenas para priorizar la economía de Brasil -que igual se desplomó- y hasta desestimó las medidas de distanciamiento social que recomendaba su propio gobierno.
En ese marco, el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, dio inicio al análisis de una denuncia por crimen contra la humanidad presentada contra el Bolsonaro, debido su política frente a la pandemia de Covid-19.
La acusación fue presentada en marzo por el Partido Democrático Trabalhista (PDT, centroizquierda) basada en que el mandatario no aplicó las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer frente a la enfermedad.
Las declaraciones irresponsables hechas por el presidente de la República influyen en el comportamiento de los ciudadanos induciéndolos a incumplir las medidas para combatir el Covid-19, señala el documento presentado por el PDT.
El recibimiento de la denuncia es un paso importante, porque el TPI no suele dar acogida a presentaciones contra presidentes en funciones.