Argentina pretende lograr una mayor fluidez en el ingreso al país de las divisas que tanto necesita con el proyecto de expropiación de Vicentin, la principal empresa exportadora de aceite y harina de soja, pero la iniciativa podría afectar su relación con los mercados.
El martes se publicó el decreto oficial para intervenir la empresa, en un primer paso hacia su expropiación, con la que el Gobierno buscaría ayudar a contener la alta volatilidad de su mercado de cambio que la potencia agrícola sufrió en los últimos años.
Argentina es el principal exportador mundial de los derivados de soja y en el 2019 realizó ventas de estos productos por 12.250 millones de dólares. Vicentin se declaró en concurso preventivo en febrero tras entrar en “default” a fines del 2019.
La presencia de una empresa estatal en el sector agroexportador “puede dar mas previsibilidad en el mercado de cambios en la oferta de dólares y evitar estos movimientos tan disruptivos que hemos tenido en la historia. Es una herramienta más”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a Radio Con Vos.
El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció el lunes la intervención de Vicentin y señaló que enviará al Congreso un proyecto de ley para expropiar la empresa, que el año pasado concentró el 19,2% de las ventas de harina de soja y el 23,1% de los embarques del aceite de la oleaginosa de Argentina.
La medida se produce en momentos en que Argentina, que está hundida en una crisis económica desde 2012, negocia la reestructuración de una deuda de 65.000 millones de dólares y sufre los efectos de la pandemia del coronavirus.
“La de Vicentin es una decisión excepcional, por su situación estratégica”, dijo el martes Fernández, que agregó que “no está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas”, luego que la oposición acusara al Gobierno de comenzar a tomar un giro a la izquierda.
Fernández, un peronista moderado, asumió la presidencia argentina en diciembre por un frente de centroizquierda que incluye a las fuerzas de la expresidenta Cristina Fernández, actual vicepresidenta.
La consultora de riesgo Eurasia Group dijo en una nota que no veía a la medida como el comienzo de una tendencia más amplia de nacionalizaciones, pero indicó que el Gobierno argentino “incrementará su intervencionismo a medida que las condiciones económicas empeoren”.
El anuncio, hecho desde el palacio presidencial Casa Rosada, generó sorpresa en el sector, como también incertidumbre en los mercados.
Citi publicó en un reporte que cree que “la decisión de las autoridades sin dudas afectará la percepción de la simpatía del país hacia empresas privadas”.
La cámara de empresas agroexportadoras y de molienda en Argentina, CIARA-CEC, expresó que “es importante que la futura empresa estatal sea parte de las mismas reglas de juego y tenga igualdad de condiciones que las demás empresas”, aunque agregó que buscará articularse con la compañía de aprobarse la expropiación.
El corredor independiente Guillermo Mouliá explicó que, más allá del sobresalto por la noticia, Vicentin probablemente no operaría en el mercado de granos hasta resolverse su situación, recién en la próxima campaña 2020/21.
Según Mouliá, Vicentin concentraba entre el 8% y 10% del mercado de granos local, por lo que descree que el Estado vaya a poder tener un manejo sobre los precios de los granos. “El mercado, si bien son pocas las empresas, está bastante bien equilibrado. Vicentin va a tener que ser uno más”, agregó.