No son pocos los policías de EEUU que reaccionaron con indignación ante la muerte del ciudadano negro George Floyd, después que un agente, ahora acusado de homicidio en segundo grado, junto a otros miembros de su patrulla, presionara su rodilla contra el cuello de la víctima durante más de 8 minutos.
Pero uno en particular, Art Acevedo, jefe del Departamento de Policía en Houston, Texas, ha ido mucho más lejos: no solo ha participado en las marchas sino que ha criticado en términos muy duros la retórica del presidente Donald Trump.
En una entrevista con el canal noticioso CNN, Acevedo llegó a decir que si el presidente no tenía nada constructivo que decir debería callarse la boca.
Aunque algunas críticas contra el jefe de policía han surgido recientemente, el progresivo activismo de Acevedo lo ha proyectado al frente de la renovada crisis racial que divide a EE.UU. y que ha provocado multitudinarias protestas, disturbios y enfrentamientos violentos por todo el país durante más de una semana.
Art Acevedo nació en Cuba, donde su padre fue policía y de donde emigró con su familia -como refugiado, dice- a la edad de 4 años. Después de abandonar estudios de Derecho para seguir una carrera policial, se inició como patrullero en Los Ángeles. Su carrera lo llevó a ser nombrado el primer jefe hispano de la policía de Houston, en 2016.
Acevedo está registrado como republicano, pero se autodenomina un RINO (siglas en inglés que significan republicano en nombre únicamente) por sus frecuentes posturas que no coinciden con la ortodoxia del partido de Donald Trump.
En 2019, Acevedo criticó a los senadores republicanos de Texas, Ted Cruz y John Cornyn, por ignorar el problema de la tenencia de armas en el estado y no actuar en favor de leyes contra la violencia de género. También ha manifestado su repudio a las redadas contra inmigrantes e interés en la descriminalización de ciertas drogas.
Cuando se supo de la muerte de George Floyd en Minneapolis, Minnesota, Acevedo unió su voz a la de varios otros jefes de policía que condenaron la acción de los cuatro agentes presentes en la detención.
La muerte del señor Floyd es profundamente inquietante y debe ser motivo de preocupación de todos los estadounidenses, declaró Acevedo, que también es presidente de la Asociación de Jefes de Ciudades Principales (MCCA)
”Colocar tu peso, colocar tu rodilla en el cuello de un individuo, no es aceptable en este departamento (el de Houston) y no es aceptable en ningún departamento de policía legítimo con el que he tratado en mi carrera.
Añadió que, aunque estos tipos de incidentes atroces, comparados a la cantidad de contactos que la policía tiene con el público, no son numerosos, Siguen siendo demasiados. Y no son sólo uno.
El 30 de mayo, cuando ya habían estallado las multitudinarias manifestaciones en Minneapolis y el resto del país, el diario The Washington Post publicó una columna de opinión firmada por Acevedo.
En la columna, considera que las manifestaciones revelan el ardiente dolor y furia que muchos estadounidenses sienten en respuesta a la muerte de George Floyd. Y continúa resaltando la necesidad de tener tolerancia cero con el silencio que impera al momento de denunciar acciones contrarias al entrenamiento recibido por los agentes.
Además, destaca que en Houston, su departamento investiga la legalidad y justificación del uso de la fuerza y que la protección de la santidad de la vida -de civiles, sospechosos y agentes- es siempre la prioridad.
Acevedo hace un llamado, no sólo a la policía, sino a los sindicatos de la policía, legisladores estatales y comunidades para explorar soluciones al problema y reitera la necesidad de reclutar agentes dentro de las mismas comunidades en las que servirán.
Pero la sobriedad con la que escribió su columna fue abandonada al día siguiente, 31 de mayo, cuando el jefe de policía se unió a las manifestaciones en Houston, dando un improvisado y apasionado discurso que fue aclamado por los presentes.
Marcharemos como departamento con todos en esta comunidad. Marcharé hasta que no pueda estar más de pie, dijo con voz entrecortada por la emoción. Houston es una ciudad donde negros y blancos y morenos, y legales e ilegales se unen, porque nos juzgamos mutuamente por la capacidad de nuestros corazones.
El lunes 1 de junio, volvió a unirse a los manifestantes declarando: No me importa lo que la gente piense, porque sé que Dios no me puso en este cargo para proteger mi empleo, sino para hacer mi trabajo.
Ese mismo día el presidente Trump llamó a los gobernadores de los estados a fustigarlos por no actuar decisivamente, tildándolos de débiles y exhortándolos a usar la fuerza contra las protestas descontroladas.
Insistiendo en que amabilidad no es debilidad, aludió tanto a la postura del presidente Trump como a los reportados casos de saqueo y violencia dijo: No dejaremos que la gente venga a nuestra ciudad a despedazarla pues tendrían que responderle no a la policía sino al pueblo de Houston.
Y en una entrevista con Christiane Amanpour del canal noticioso CNN, fue mucho más directo en su crítica contra Trump.
Le advirtió al presidente que estaría poniendo en riesgo a muchos hombres y mujeres jóvenes, recordándole que no se trata de dominar, se trata de ganarse los corazones y las mentes (del pueblo).
Finalmente expresó: Déjeme decirle esto al presidente de Estados Unidos de parte de los jefes de policía de este país, por favor, si no tiene nada constructivo que decir, cállese la boca.
En otra más reciente entrevista con CNN, Acevedo volvió a responder a las amenazas del presidente de enviar tropas a las ciudades afectadas si los gobernadores no actuaban. Aquí (en Texas) las cosas van bien y no necesitamos apoyo en términos de tropas federales”.
Señaló que es mucho mejor depender de la gente que conoce la ciudad y que tiene la confianza de la comunidad, como los activistas.