La polémica contratación de un cantante por el Ministerio de Cultura salpicó al presidente del Perú Martín Vizcarra, al que la oposición cuestionó este martes por su cercanía con el personaje.
El caso de Ricardo Cisneros, alias Richard Swing, generó críticas contra el Ejecutivo por haberse descubierto en plena emergencia sanitaria y con Perú como el segundo país más afectado por el coronavirus en Sudamérica, con 170.039 casos y 4.634 muertes.
Hace una semana, la prensa local informó que desde 2016 el músico y compositor cobró unos 50.000 dólares por dar charlas de motivación al personal del Ministerio de Cultura.
La situación se agravó cuando se supo que Cisneros recibió unos US$ 8.570 en pleno estado de emergencia nacional por el coronavirus, lo que el viernes pasado causó la renuncia de Sonia Guillén como ministra de Cultura.
Desde que se destapó el caso, Vizcarra fue blanco de ataques de la oposición, pero también de personajes cercanos a la campaña que en 2016 lo consagró como vicepresidente de Pedro Pablo Kuczynski, al que sucedería por renuncia en 2018.
Jorge Villacorta afirmó a la radio RPP que Cisneros era alguien que vino y se fue con Martín Vizcarra durante la campaña y que entre el gobernante y el músico existe una relación personal.
Le han conseguido trabajo a un amigo del presidente Martín Vizcarra que trasciende a seis ministros, en una cartera tan importante como Cultura, donde ha habido cambios y esta persona se ha mantenido, cuestionó.
El dirigente se refirió al hecho de que el nuevo ministro de Cultura, Alejandro Neyra, es el séptimo en los 26 meses que Vizcarra lleva al frente del gobierno.
El jefe del Estado dijo la semana pasada que conoce a Cisneros como a muchas personas que participaron en la campaña electoral de 2016 y se manifestó de acuerdo con la anulación del contrato porque en la situación actual se debe ser lo más austeros posible.