Las Islas Falklands están esperanzados en contar hacia este fin de semana con el sistema de verificación de hisopados para identificación del coronavirus generador de la pandemia, a la vez que se aprestan a experimentar un nuevo enfoque de distanciamiento social, o sistema burbuja, muy exitoso en Nueva Zelandia.
Para el hisopado en el hospital de Stanley, KEMH, se está calibrando el equipo analizador de muestras y formando personal para el mejor aprovechamiento del sistema. Una vez que todo esté ajustado y funcionando se estima que se podrán analizar unos 21 hisopados por día. En la actualidad las muestras son enviadas, vía puente aéreo bisemanal, a un laboratorio del Reino Unido, lo cual implica tiempo y obliga a una mayor cuarentena hasta tanto se reciban los resultados y se supere la incertidumbre sobre si es positivo o negativo.
De ser así las Falklands pasarán a tener la mejor relación del continente sudamericano en materia de capacidad de análisis de hisopados respecto a la población y aún del propio Reino Unido, el cual a mitad de la pandemia se vio obligado a cambiar de enfoque para hacer frente a una situación que se desbordó y casi tumba al propio Boris Johnson.
Al momento desde que comenzó la cuarentena en las Falklands, 20 de marzo, se han enviado 388 hisopados para control en el Reino Unido, la última partida de siete embarcó esta semana en el puente aéreo. De ese total 13 casos resultaron positivos y todos correspondieron a personal militar británico del Complejo de Mount Pleasant, ubicado a unos cincuenta kilómetros de la capital Stanley. Los trece han sido dados de alta o han completado el período de aislamiento.
En otras palabras hasta el momento no se ha registrado ningún caso de Covid 19 positivo entre los ciudadanos de las Falklands, cuyo gobierno desde marzo aplicó estrictas medidas de cuarentena y de distanciamiento social, al igual que suspendió clases y muchas actividades. Por esa misma razón el tránsito en la carretera que une a Stanley con el complejo de MPC está muy controlado y restringido.
Ahora se ha anunciado el comienzo del levantamiento de veda de algunas actividades, más específicamente la construcción, y en el correr de la semana se abrirán gradualmente algunos centros de estudio y otros emprendimientos relacionados al comercio.
Empero la gran novedad es el nuevo enfoque de distanciamiento social, siguiendo con el ejemplo de Nueva Zelanda, la burbuja y que incluye además menor restricciones en materia de actividad física de los ciudadanos.
El sistema neozelandés, básicamente permite que la gente se reúna en las llamadas burbujas, identificando con quien y en qué condiciones. Para empezar esas burbujas refieren en primer lugar a con quien se comparte el hogar. Igualmente para quienes viven solos, o comparten con otra persona, pero siempre reduciendo la burbuja al mínimo, y cumpliendo estrictas condiciones de conducta dentro de ella.
El principal beneficio del sistema es que ante un brote del Covid 19, se puede limitar y aislar a una burbuja o pocas burbujas y se evita el contagio generalizado. Asimismo el contacto entre burbujas, reducido a un mínimo al comienzo de su implementación, permite hacerlo socialmente entre personas que adhieren a las condiciones de sanidad y precaución. El sistema ha sido muy exitoso en Nueva Zelandia donde los porcentajes de contagios y muertes han sido de los más bajos del mundo.