El presidente la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, firmó el miércoles el decreto de suspensión de las elecciones regionales previstas inicialmente para el 5 de abril próximo, decisión que anticipó hace unos días el propio líder conservador en medio de la agudización de la crisis del coronavirus.
La decisión de cancelar los comicios gallegos, que debían celebrarse en simultáneo con los del País Vasco, región que adoptó igual medida de suspensión, se vio precipitada por la entrada en vigor del estado de alarma, decretado en España el sábado último por la epidemia de Covid-19 y que inicialmente durará 15 días.
Tras la decisión, ni Galicia ni el País Vasco pueden adelantar por el momento la fecha en que volverán a convocar a los ciudadanos a las urnas, entre ellos los cientos de miles de españoles con residencia en Argentina y Uruguay que tienen derecho a voto.
El líder conservador de Galicia daba por hecho que las elecciones deberían postergarse ya que las medidas de excepción del Ejecutivo español obligan a un confinamiento casi total de la población, lo que iba a impedir la celebración de la campaña electoral.
El problema era encontrar la fórmula legal para cancelar los comicios o postergarlos, ya que existía una laguna legal.
El lehendakari (jefe del gobierno vasco), Iñigo Urkullu, por su parte, se adelantó y formalizó la anulación de los comicios en el norteño País Vasco argumentando que la actual crisis sanitaria no garantiza que la votación se celebre en condiciones de igualdad para todos los ciudadanos.
Lo mismo hizo ahora Feijóo, quien, al anunciar sus intenciones, afirmó que actualmente lo único que nos importa es la salud pública de Galicia.
Además, subrayó que los comicios solo se pueden celebrar con garantías absolutas.
La epidemia de Covid-19 dejó ya 3 muertos en Galicia, donde el número de contagios se eleva a 314.
La situación es más grave en el País Vasco, la tercera región en número de contagios, con casi 1.000 casos y 40 muertos, un balance apenas menor a Madrid y Cataluña.
La Comunidad de Madrid es la más afectada por la epidemia con 390 fallecidos y más de 5.500 contagios, seguida de Cataluña, con casi 1.900 contagios y 41 fallecidos.
Galicia y el País Vasco adelantaron sus elecciones en febrero pasado en una decisión sincronizada en busca de estabilidad ante una eventual profundización de la crisis separatista de Cataluña, donde también estaba previsto que se celebraran elecciones, probablemente para junio, aunque nunca se dio una fecha.
Ambas elecciones debían celebrarse a finales de septiembre o principios de octubre.
Más de 250.000 residentes en Argentina pueden votar en los comicios de Galicia y unos 60.000 para el País Vasco, aunque el voto es rogado, es decir que se tiene que solicitar, un método que desde que entró en vigor en 2011 presiona a la baja la participación, con lo que deriva en que el peso de los españoles en el exterior pierda influencia.