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Carta de Londres a ONU: “El pueblo de Falklands debe participar en cualquier conversación sobre su futuro”

Viernes, 6 de marzo de 2020 - 08:15 UTC
La respuesta británica a la carta argentina del 3 de enero, dirigida al Secretario General de la ONU, referida a la Cuestión de las Islas Falkland La respuesta británica a la carta argentina del 3 de enero, dirigida al Secretario General de la ONU, referida a la Cuestión de las Islas Falkland
La carta del 20 de febrero del Representante Permanente del Reino Unido ante la ONU, Karen Pierce dirigida al Secretario General La carta del 20 de febrero del Representante Permanente del Reino Unido ante la ONU, Karen Pierce dirigida al Secretario General

La Oficina de la Representante Permanente del Reino Unido ante las Naciones Unidas le dirigió al Secretario General Antonio Guterres una carta sobre la Cuestión de las Islas Falklands, en respuesta a la presentada por Argentina el pasado 3 de enero referida al tema de las Islas Malvinas. La solicitud es firmada por la embajadora Karen Pierce.

La misiva se ajusta al siguiente detalle en traducción libre:

“Cumpliendo con instrucciones recibidas del gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, tengo el honor de referir a la carta del pasado 3 de enero de 2020 por parte del Representante Permanente de Argentina ante Naciones Unidas y dirigida a su persona. Le estaría muy agradecida si Ud. pudiera circular la presente carta y su anexo como documento a la Asamblea General, bajo el item 43 de la agenda. Firma la representante Karen Pierce.

”El Reino Unido es muy claro en cuanto a su posición histórica y legal sobre la soberanía de las Islas Falkland. Ninguna población civil fue expulsada de las Islas Falkland el 3 de enero de 1833. Un destacamento militar argentino había sido enviado a las Islas Falklands tres meses antes en un intento por imponer soberanía argentina sobre territorio soberano británico. El Reino Unido inmediatamente protestó y luego expulsó al destacamento militar argentino el 3 de enero de 1833. La población civil que previamente había buscado, y recibido permiso británico para residir en las Islas, fue alentada a permanecer. La mayoría por voluntad propia así se decidió. En 1833 las fronteras territoriales de la República Argentina no incluían la mitad del sur geográfico que conforman su actual superficie, ni tampoco territorio alguno de las Islas Falkland, de Antártica o de las Islas de Georgia del Sur o Sandwich del Sur. La tierra que ahora conforma el territorio de la provincia de Tierra del Fuego, del cual la República Argentina supuestamente reclama es parte las Islas Falkland, no eran parte de Argentina hasta por lo menos aproximadamente medio siglo después de 1833, en cuyo tiempo la actual población de las Islas Falkland había vivido y criado dos generaciones en las Islas. La soberanía británica sobre las Islas Falkland data de 1765, algunos años antes de la propia existencia de la República Argentina.

“La relación del Reino Unido con las Islas Falkland, y con todos sus otros territorios de ultramar, es moderna, basada en una asociación, valores compartidos y el derecho de los pueblos de cada uno de esos territorios de determinar su propio futuro. El gobierno del Reino Unido le adjunta gran importancia al principio del derecho a la auto determinación, tal cual es definido en el Artículo 1.2 de la Carta de Naciones Unidas y Artículo 1 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, respectivamente.

”Como tal, el Reino Unido permanece comprometido en la defensa de los derechos del pueblo de las Islas Falkland a determinar su propio futuro político, social y económico. Esto incluye inequívoco apoyo al derecho de los Isleños de Falklands a desarrollar sus recursos naturales para su propio beneficio económico. La exploración de hidrocarburos en las Islas Falkland es un emprendimiento comercial legítimo regulado por legislación de las Falklands, en estricto cumplimiento con la Convención del Derecho del Mar de Naciones Unidas. La legislación doméstica de Argentina no aplica en las Islas Falkland. La decisión políticamente motivada por anteriores gobiernos argentinos de apuntar contra los activos, y de considerar delictivas las actividades de individuos trabajando para empresas internacionales involucradas en la búsqueda de hidrocarburos en las Falklands, es un intento totalmente inaceptable de ejercer jurisdicción extra territorial, y no tiene justificación legal alguna. Más aún, tiene peligrosas implicancias para el mundo de los negocios globales y los principios de libre comercio.

“La República Argentina con regularidad se refiere a declaraciones regionales de respaldo diplomático a negociaciones sobre soberanía, incluyendo resoluciones de Naciones Unidas. Empero ninguna de ellas modifica o diluye las obligaciones de los Estados de respetar el principio legal vinculante de la auto determinación. Esto significa que no puede haber diálogo sobre la soberanía a menos que los Isleños de las Falklands así lo deseen. El referendo del 2013, en el cual el 99.8% de quienes votaron se expresaron por mantener su actual estatus como un territorio del Reino Unido, envió un claro mensaje que el pueblo de las Islas no desean un diálogo sobre soberanía.

”Adicionalmente el gobierno de Argentina con regularidad se refiere a la presencia militar en las Islas Falkland. Las fuerzas del Reino Unido en la Atlántico Sur son enteramente defensivas, y se encuentran en un nivel apropiado para asegurar la defensa de las Islas Falkland contra cualquier potencial amenaza. De hecho, la presencia militar del Reino Unido ha sido significativamente reducida en el correr del tiempo. El Reino Unido mantiene sus niveles de fuerzas bajo revisión continua.

“El Reino Unido y el gobierno de las Islas Falkland permanecen dispuestos a conversar sobre áreas de interés mutuo en el Atlántico Sur, con la precondición que representantes del gobierno de las Islas Falkland deben participar de cualquier conversación de asuntos que afecten directamente al pueblo de las Islas Falkland.”