El gobierno de Portugal tachó este martes de “acto hostil” e “inadmisible” la decisión del gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de suspender por 90 días las operaciones en el país caribeño de la aerolínea portuguesa TAP, tras acusarla de ocultar la identidad del líder opositor Juan Guaidó y permitir a su tío viajar con explosivos en el vuelo de regreso de su gira internacional desde Lisboa.
El canciller portugués, Augusto Santos Silva, condenó la medida y defendió la posición de su gobierno que, dijo, siempre intenta ayudar en la crisis sociopolítica que vive Venezuela.
Es un acto hostil hacia Portugal, un país reconocido por el equilibrio y su capacidad de hablar con todos, opinó el diplomático, quien denunció las artimañas comunicativas de Caracas.
La suspensión fue decidida por el gobierno de Maduro, tras acusar a la compañía de violar los estándares internacionales al supuestamente permitir a un tío de Guaidó, Juan José Márquez, transportar
explosivos, además de ocultar la identidad del dirigente antichavista.
Márquez, que viajaba con su sobrino al volver de una gira internacional por Colombia, Estados Unidos y Europa, fue detenido por las autoridades al llegar al país el pasado martes por llevar explosivos ocultos en varios objetos.
Todo esto es inaceptable, incomprensible e inadmisible, manifestó, por su parte, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. El mandatario consideró a la suspensión contra la aerolínea como muy punitiva para los portugueses y expresó el asombro de su gobierno por los ataques lanzados primero contra TAP, pero también contra Portugal y sus autoridades.
Entre las irregularidades adjudicadas a TAP, el gobierno chavista declaró incongruencias en la lista de pasajeros, al indicar que el presidente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento) viajó como Antonio Márquez.
Guaidó justificó ese hecho al afirmar que su nombre completo es Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez. He viajado con mi nombre; si a la dictadura no le gustan mis nombres esa es otra cosa, esgrimió ayer en una conferencia de prensa.
TAP rechazó las acusaciones que se le imputan, a la vez que intenta brindar soluciones alternativas para los miles de pasajeros que se vieron afectado por la medida, según indicó el diario portugués Publico.
Entre unos 300.000 y 400.000 venezolanos residen en Portugal. TAP era una de las pocas compañías aéreas extranjeras que mantenía sus operaciones en el país sudamericano, mientras que la mayoría de sus competidores comenzaron a suspender paulatinamente sus servicios desde 2013.