Pese a los reiterados rechazos de Teherán, el gobierno iraní finalmente admitió que la caída del avión ucraniano fue derribado por un misil iraní disparado por sus propias fuerzas.
La información se conoció mediante una declaración militar realizada por los medios estatales, en la que Teherán señaló que el avión fue confundido con un objetivo hostil, tras sobrevolar por un centro militar sensible de la Guardia Revolucionaria.
En ese entonces, el Ejército estaba en su nivel más alto de preparación, dijo, en medio de las intensas tensiones con Estados Unidos y poco después de haber bombardeado dos bases iraquíes.
En tal condición, debido a un error humano y de manera no intencional, el vuelo fue golpeado, agregó el comunicado, donde además el gobierno de Irán se disculpó por el desastre y afirmó que actualizarían sus sistemas para evitar tales errores en el futuro.
Asimismo, indicó que los responsables del ataque al avión serían procesados. La noticia causó el lamento del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, quien calificó la jornada como un día triste.
El error humano en tiempos de crisis, provocado por el aventurerismo de los Estados Unidos, condujo al desastre. Nuestro profundo arrepentimiento, disculpas y condolencias a nuestra gente, a las familias de todas las víctimas y a otras naciones afectadas, agregó.
El avión, en ruta a la capital ucraniana de Kiev, transportaba 167 pasajeros y nueve miembros de la tripulación de varios países, incluidos 82 iraníes, al menos 57 canadienses y 11 ucranianos, según las autoridades.