El presidente chileno, Sebastián Piñera, lanzó este domingo un proyecto de ley para modificar el Fondo Nacional de Salud (FONASA) en base a lo que la gente siente, a casi tres meses del inicio del estallido social.
El mandatario conservador aseguró que con la reforma se avanza hacia un plan de salud universal que beneficie a los 14,5 millones de personas que se atienden en el sistema público y también a los más de tres millones que acuden al privado.
Este plan se basa en lo que la gente nos ha pedido, en lo que la gente siente, dijo Piñera al presentar el proyecto.
El Congreso tratará este documento junto a una serie de proyectos de la agenda social con la que el gobierno busca responder a las demandas de los manifestantes que desde el 18 de octubre protagonizan la revuelta más prolongada e intensa que recuerde el país en décadas.
Los proyectos de la agenda social fueron tratados con rapidez por el Congreso y vieron luz, en muchos casos con modificaciones al texto original.
”Plan de salud universal, tiempo de espera máximos garantizados (para la atención médica), baja en el precio de los medicamentos y un Fonasa que va a ser su defensor, son los pilares del proyecto, según Piñera.
Para concretar las mejoras, el plan permite ampliar las licitaciones públicas para que clínicas externas a Fonasa brinden asistencia a los usuarios del sistema público. Además, se extenderá la participación estatal en la compra de medicamentos.
Estamos creando un seguro de medicamentos, los 200 principales, el Estado va a pagar una parte. Si sumamos todo esto, esperamos que se produzca una reducción de hasta 60% del precio” de estos remedios que son utilizados en enfermedades crónicas como la hipertensión y diabetes.
De ser aprobados, estos cambios se sumarían a un seguro catastrófico de salud que tramita el Congreso y que ayuda a los usuarios a enfrentar los altos costos de las enfermedades graves.
Los medicamentos en Chile son de los de mayor costo en la región y el sistema de salud es una de las grandes preocupaciones y reclamos de los chilenos que protestan para lograr disminuir la desigualdad, en un país que ostenta un alto ingreso per cápita -superior a 20.000 dólares- pero que muestra una gran inequidad social.