El Gobierno de Argentina envió el martes al Congreso un proyecto de ley para subir impuestos a las exportaciones agrícolas y a las compras de divisas, entre otros, en busca de financiar un mayor gasto social para lidiar con la grave crisis que atraviesa el país.
Las medidas diagramadas por la flamante gestión de Alberto Fernández, un líder peronista de centroizquierda, buscan mantener el equilibrio fiscal y expandir el gasto social para combatir una pobreza cercana al 40%, generada en gran parte por una inflación superior al 50% anual.
“Todas estas medidas están pensadas como parte de un programa integral, están todas interconectadas, estamos teniendo mucho cuidado en resolver todos los desequilibrios”, señaló el ministro de Economía, Martín Guzmán, en rueda de prensa.
El proyecto de ley, que ingresó el martes a la Cámara de Diputados, propone subir del 30% al 33% la tasa que grava las exportaciones de granos de soja y del 12% al 15% la que grava al maíz y el trigo, que son los tres principales cultivos de un país que es una de las mayores potencias agrícolas del mundo.
Además, Guzmán dijo que el proyecto prevé aplicar un impuesto del 30% a la compra de divisas y que gravará activos financieros en el exterior, aunque eliminará la tasa a los activos en pesos.
Por otro lado, los ajustes jubilatorios previstos por ley y los de tarifas de servicios públicos -que fueron uno de los principales impulsores de la inflación en los últimos años- serán suspendidos por 180 días, según el ministro, hasta diseñar un nuevo mecanismo de indexación por inflación.
El Gobierno anunció, además, un pago extraordinario a fin de año para jubilados y quienes reciban subsidios a la pobreza.
Se espera que el proyecto sea aprobado sin grandes discusiones por el Congreso, donde el oficialismo cuenta con mayoría -gracias al apoyo de legisladores aliados en Diputados- en ambas cámaras.