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Ecuador sigue bloqueado: paquete fiscal rechazado por la Asamblea Nacional

“En unas horas se volverá a presentar una nueva iniciativa en materia tributaria”, dijo la ministra del Interior, María Paula Romo, a una radio local.

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, insistirá en una reforma tributaria y enviará en las próximas horas a la Asamblea Nacional una nueva propuesta, dijo el lunes una funcionaria, en un intento por obtener nuevos recursos para levantar la alicaída economía del país y atender el abultado déficit fiscal.

El domingo, la Asamblea rechazó un paquete de reformas tributaria y monetaria presentado por el Gobierno, sugerido en el marco de un acuerdo crediticio sellado en febrero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares.

Los intentos previos del Gobierno de Moreno por reducir la brecha fiscal -estimada en unos 3.600 millones de dólares este año- generaron violentas protestas que paralizaron Ecuador a inicios de octubre por la decisión del Gobierno de retirar los subsidios a los combustibles, una medida que tuvo que revertirse.

El proyecto de ley de crecimiento económico bloqueado el fin de semana apuntaba a recaudar más de 700 millones de dólares el próximo año.

“En unas horas se volverá a presentar una nueva iniciativa en materia tributaria”, dijo la ministra del Interior, María Paula Romo, a una radio local.

“Por supuesto es un revés pero el Gobierno tiene que seguir ensayando todos los escenarios y agotando todos los esfuerzos y eso es lo que haremos”, agregó. “Hoy día volvemos a empezar de cero”.

La ministra no dio detalles de la nueva propuesta tributaria del Gobierno, pero informó que se incluirán algunas “buenas ideas” surgidas durante el debate del proyecto que fue negado y archivado.

Los asambleístas también están analizando el presupuesto para el 2020 presentado por el Gobierno que suma unos 35.500 millones de dólares, incluida una cuenta para la compra de derivados de petróleo y una reducción en la destinada a subsidios a los combustibles.

Moreno desistió a mediados de octubre de eliminar los subsidios a los combustibles para poner fin a casi dos semanas de fuertes disturbios y abrió un diálogo con el movimiento indígena para definir mecanismos de focalización, pero sin resultados hasta el momento.