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Arde Santiago, por las protestas contra el alza de las tarifas del transporte

Sábado, 19 de octubre de 2019 - 09:16 UTC
Las entradas masivas de usuarios saltando los accesos sin pagar comenzaron la semana pasada, en paralelo al alza del precio del pasaje Las entradas masivas de usuarios saltando los accesos sin pagar comenzaron la semana pasada, en paralelo al alza del precio del pasaje
La situación general en Santiago es de caos. Toda la red de metro, que transporta diariamente a 2,8 millones de personas, ha cerrado sus accesos La situación general en Santiago es de caos. Toda la red de metro, que transporta diariamente a 2,8 millones de personas, ha cerrado sus accesos

El gobierno de Chile decretó el viernes por la noche el Estado de Emergencia y ha cedido el control de Santiago a los militares, en un intento para controlar el caos y disturbios en la capital. Se restringirá la libertad de reunión y locomoción y el presidente Piñera designó un jefe de la Defensa Nacional del Ejército, que se hará cargo de las provincias de Santiago y Chacabuco de la Región Metropolitana.

La decisión extrema ha sido el corolario de una jornada de violencia que se agravó con el paso de las horas y pareció salirse de control, aunque los síntomas del profundo desencanto contra el aumento de las tarifas del transporte público ya se venían insinuando en el correr de la semana, con los estudiantes negándose a pagar la nueva tarifa y saltándose los molinetes de acceso..

Las protestas por el alza del precio del metro, que se agudizaron este jueves y viernes, derivaron en acciones vandálicas como no se había visto en décadas en Santiago. Los incendios se han replicado en por lo menos siete estaciones de metro, autobuses, monumentos públicos, bancos, supermercados, universidades y hasta contra un monumento a los mártires de la fuerza de Carabineros.

La sede central de la eléctrica ENEL, en el corazón de Santiago, sobretodo su escalera y sistema de salida de emergencia fue incendiada por vándalos a cara descubierta, en tanto las calles se transformaron en verdaderos campos de batalla con las fuerzas del orden.

“El Gobierno convocará a un diálogo transversal para que los más necesitados tengan la ayuda que necesitan”, ha indicado esta madrugada Piñera desde La Moneda, sede del Gobierno.

Pese a que el presidente Piñera presumía hace solo algunos días de que su país era una especie de “oasis” en América Latina, las revueltas han desbordado a las autoridades. La red de metro de Santiago de Chile, uno de los mejores símbolos del país por su orden y buen funcionamiento, se ha convertido en el escenario de inéditas manifestaciones por el aumento de costo del pasaje, por lo que ha cerrado por completo. En diferentes sitios de la ciudad continuaban enfrentamientos entre los manifestantes y carabineros, y por lo menos siete estaciones de metro resultaron destruidas producto de la violencia, según informan los propios trabajadores del subterráneo.

Las entradas masivas de usuarios saltando los accesos sin pagar comenzaron la semana pasada, en paralelo al alza del precio del pasaje, pero las movilizaciones se agudizaron durante las últimas 48 horas.

La situación general en la capital es de caos. Toda la red de metro, que transporta diariamente a 2,8 millones de personas, ha cerrado sus accesos por lo menos hasta el domingo. Miles de trabajadores caminaron por las principales avenidas —Apoquindo, Providencia y la Alameda— en busca de transporte público para regresar a sus hogares. Las paradas de autobuses, repletos de gente, no dieron abasto y no se encontraron taxis vacíos. Los coches generaron atascos en las principales calles, la policía desvió el tránsito en las zonas céntricas, los centros comerciales cerraron anticipadamente.

Desde la inauguración del sistema de transporte público Transantiago en 2007 —actualmente rebautizado como Red Metropolitana de Movilidad— el precio del billete ha subido una veintena de ocasiones. Hace 12 años tenía un valor de 420 pesos (0,59 dólares) y con la última alza pasó de 800 a 830 (1,13 a 1,17 dólares), lo que desató las protestas. Los sueldos no van de la mano con el aumento del precio de transporte.

Un grupo de expertos ha determinado el alza del pasaje del metro y las autoridades lo han justificado por la guerra comercial y el aumento del dólar frente al peso, el incremento del coste de la energía y la potencia eléctrica junto con la trayectoria del IPC. El precio del metro de Santiago de Chile es uno de los mayores de la región. Está por encima del de Sao Paulo, Buenos Aires y Ciudad de México. En horario punta llega a los 830 pesos chilenos, lo que equivale a 1,17 dólares.

Para colmo mientras el centro de Santiago y las zonas humildes sufrían los embates de incendios, combates, saqueos y falta de transporte, el presidente Piñera fue filmado por otros comensales comiendo pizza y celebrando el cumpleaños de un nieto en un famoso local en un barrio de clase alta en Santiago, barrio totalmente ajeno a lo que sucedía en el mundo de los menos afortunados.

Asimismo si bien el aumento fue a principios de mes, reiteradas declaraciones de ejecutivos del transporte justificando el aumento con cierta ironía y hasta desafío parecen haber colmado la paciencia de estudiantes y hasta de residentes de barrios donde se pudieron escuchar fuertes caceroladas, el clásico instrumento de protesta en muchas ciudades latinoamericanas. Las manifestaciones por ahora parecen ser espontáneas e inorgánicas, sin un liderazgo clave a no ser la convocatoria por las redes sociales.

Los llamamientos a sumarse a las protestas —evasiones masivas, se les llama en Chile— circulan a través de las redes sociales. Indican el día, la hora y la estación en la que deben congregarse los manifestantes. De acuerdo con las imágenes, las protagonizan estudiantes, en su mayoría.

Parece, sin embargo, existir un cierto consenso sobre los problemas que existen en el país. Según un reciente informe de la Universidad Católica, por ejemplo, el valor de las propiedades ha subido hasta 150% en el Gran Santiago en la última década, mientras que los ingresos lo han hecho solo en un 25%. En un país donde la salud y educación pública enfrenta serios problemas, un 70% de la población gana menos de 770 dólares mensualmente y 11 millones de chilenos tienen deudas

Una de las líderes del Frente Amplio de izquierda, la ex candidata presidencial Beatriz Sánchez, interpeló al Gobierno a través de las redes sociales: “¿En serio la discusión para las autoridades es si van a poner tres o cinco candados en la puerta del metro o si mandarán 10 o 15 carabineros? ¿No ven la desesperación de una familia que gana el salario mínimo 301.000 pesos (424 dólares) y que gasta 33.500 pesos (47 dólares) al mes para ir al trabajo? #EvasionMasiva”.

Tras los incidentes, en los que se registró al menos una persona herida, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamó a una jornada de “protesta nacional” para el próximo lunes contra el valor de la tarifa del transporte público del país, y a “copar y evadir” estaciones del Metro de Santiago, que se mantiene en alerta este viernes por el quinto día seguido de evasiones masivas.

Categorías: Economía, Política, Chile.