El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pidió “responsabilidad” y “prudencia” para llevar tranquilidad a la población, tras una nueva semana marcada por cifras económicas negativas y luego del anuncio del Gobierno de aplazar los vencimientos de deuda con sus acreedores.
En ese sentido, las últimas noticias que golpearon los mercados trasandinos fue la decisión del Banco Central de pedir autorización para que los bancos puedan girar sus dividendos, y la rebaja que aplicó la agencia Fitch Rating a la calificación de la deuda soberana argentina, la cual puso en default restringido.
Sobre este tema, Macri manifestó que todos podemos ayudar desde la responsabilidad y la prudencia a llevar tranquilidad a los argentinos. Cada uno desde su lugar. Para el Mandatario, esta es su única prioridad, y señaló que todas sus acciones van en esa dirección, buscando tender puentes y dialogando.
Desde las primarias del país el pasado 11 de agosto, en las que el opositor Alberto Fernández se impuso a Macri por amplia diferencia, el peso argentino ha sufrido una fuerte devaluación, el mercado bursátil nacional se ha resentido profundamente y el riesgo país se disparó hoy hasta los 2.533 puntos, la cifra más alta desde 2005.
En sólo tres semanas, Argentina ha perdido algo más de 10.000 millones de dólares de reservas, que rondan los 56.000 millones de dólares, una sangría que en parte se explica por las divisas volcadas por el Banco Central al mercado para tratar de estabilizar el tipo de cambio. En respuesta, el Gobierno anunció el miércoles que aplazaba entre tres y seis meses los vencimientos de títulos de corto plazo en manos de inversores institucionales, mientras que también buscará alargar los plazos de pago de la deuda de mediano y largo plazo con acreedores privados mediante una ley del Parlamento.
Asimismo, el ministro de Hacienda argentino, Hernán Lacunza, anunció que intentarán negociar una extensión del vencimiento del pago de la deuda de 56.300 millones de dólares que contrajeron con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dichas medidas fueron duramente criticadas por el candidato opositor Alberto Fernández, quien tras reunirse con el FMI cuestionó las políticas de ajuste incluidas en el acuerdo de ayuda financiera de 2018 con el organismo, al que responsabilizó, junto al actual Gobierno, por la crisis económica.
En una entrevista publicada en el diario The Wall Street Journal, Fernández señaló que Argentina está en un default virtual y escondido. No hay quien quiera comprar deuda argentina, y no hay quien pueda pagarla, añadió.