La plaga de cotorras que sufre España, genera tal preocupación en el país que se están evaluando diversas medidas para erradicar esta especie en el territorio.
Según un censo realizado a mediados de julio, alrededor de unas 5.500 cotorras de dos especies, Argentina y de Krámer, habitan árboles y edificios. Ante tal situación, en el mes de septiembre llevarán adelante el Ayuntamiento de Sevilla, es decir, la colocación de jaulas trampa, luego que se haya descartado abatirlas con carabina, como tan buen resultado dio en Zaragoza, donde se eliminaron 1.600 animales.
La cotorra argentina es una especie de ave originaria de Sudamérica, y al tratarse de un ave popular de jaula se expandió rápidamente en todo el mundo, sobre todo en España, donde sus cifras de reproducción se dispararon en forma alarmante. En tanto, la de Krámer ocupa agujeros, y si en el camino se encuentra con otras especies las picotea hasta matarlas, esto ha generado una baja significativa en la cantidad de familias de aves autóctonas.
Según un informe de la delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Sevilla, estas aves pueden ser un vector de enfermedades; alterar la estructura de la vegetación; deteriorar aquellos troncos de árboles de gran porte que ocupan; causar molestias por ruidos y ser agresivas con otras especies de aves con quienes además compiten y cuyos huevos les sirven de alimento.