El naval venezolano Rafael Acosta Arévalo murió a causa de un edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, causado posiblemente por un politraumatismo generalizado, según el informe de la autopsia revelado por médicos forenses.
La información fue difundida por el periodista Eligio Rojas y confirma los tormentos sufridos por el militar, un capitán de corbeta que había sido detenido cinco días antes de su muerte por las fuerzas armadas bolivarianas, acusado por el gobierno de Nicolás Maduro de participar, junto a otras 12 personas, de un complot magnicida.
Documento: La necropsia de ley practicada al cadáver del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, determinó como causa de muerte edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiolisis por politraumatismo generalizado, expresó Rojas a través de Twitter.
La rabdomiólisis supone la liberación al riego sanguíneo de diversas sustancias contenidas normalmente en las células del tejido muscular. Se produce cuando hay necrosis muscular.
El periodista acompañó el mensaje con la imagen del fragmento del documento donde se pueden leer las causas que habrían provocada el fallecimiento del militar, acusado por el gobierno de planear un presunto golpe de estado contra el presidente Nicolás Maduro para el 23 y 24 de junio pasado.
Ya es oficial. El capitán Rafael Acosta Arévalo fue brutalmente torturado hasta ocasionarle la muerte. La rabdomiólisis tiene entre sus causas el aplastamiento, la tortura, traumatismos y electroestimulación”, dijo Rocío San Miguel, presidente de la ONG Control Ciudadano, en la misma red social.
San Miguel afirma que el resultado de la autopsia certifica la versión de que Acosta Arévalo sufrió torturas durante su detención en los calabozos del ente de la Contrainteligencia Militar (DGCIM). Con este informe debe cambiar el delito imputado a los presuntos autores, advirtió.
El líder opositor Juan Guaidó alertó, por su parte, que existe una situación irregular con la entrega del cuerpo de Acosta. Alertamos al mundo de una situación irregular con la entrega del cuerpo del Capitán de Corbeta, ascendido a Capitán de Fragata, Acosta Arévalo. Fiscal Josefin Bravo Carrillo y los funcionarios de la morgue no podrán eludir su responsabilidad, indicó el presidente de la Asamblea Nacional.
El capitán de corbeta fue detenido el 21 de junio, junto a otros cuatro militares y dos ex agentes de las fuerzas de seguridad, por la DGCIM por su presunta implicancia en la fallida sublevación contra el gobierno de Nicolás Maduro del 30 de abril. Una semana después, fue llevado ante un tribunal militar en silla de ruedas, incapaz de hablar y con claros signos de haber sido torturado. El juez lo envió a un hospital militar donde finalmente murió la madrugada del pasado sábado.
La muerte de Acosta Arévalo mantiene consternada a la opinión pública nacional e internacional, y desde la opositora Asamblea Nacional de Venezuela, acordaron en la víspera, pedir al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que configure una comisión internacional. El ente, dijeron, debe investigar el brutal asesinato del militar que ocurrió mientras estaba bajo custodia de las fuerzas de seguridad de Maduro.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), urgió al gobierno venezolano a investigar, juzgar y sancionar a los responsables de la muerte por probables actos de tortura.
El Estado tiene el deber de investigar los hechos alegados de manera transparente, imparcial, independiente y efectiva. La impunidad facilita la repetición, dijo Francisco Eguiguren.
”Nunca va a ser momento para demócratas poder mediar con unos secuestradores, violadores de derechos humanos (...). Aquí nadie se chupa el dedo, sabemos que es una dictadura asesina a la cual nos enfrentamos”, dijo Guaidó.