En Europa comenzaron a surgir hace dos años diversas iniciativas ecologistas para disminuir el impacto medioambiental que producen los aviones, medio de transporte que sería el más contaminante de CO2 por kilómetro recorrido por pasajero, según informa el medio británico The Independent.
Así como el movimiento I stay on the ground (Me quedo en el suelo), liderado por la activista medioambiental sueca Greta Thunberg busca incentivar el viaje por tierra como alternativa a los aviones, ahora también surgieron iniciativas en los parlamentos de Holanda y Francia que buscan generar el cambio mediante la fuerza de la ley.
En Holanda la parlamentaria del partido ecologista GroenLinks, Suzanne Kröger, hizo una propuesta para prohibir el trayecto Amsterdam-Bruselas en avión. El vuelo conecta ambas capitales en 45 minutos (a lo que habría que sumar el tiempo de espera en el aeropuerto), y un tren de alta velocidad se demora una hora y 50 minutos en realizar el mismo recorrido.
A su vez, en Francia, el diputado de izquierda François Ruffin se asesoró con Kröger y presentó un proyecto de ley en el que propone prohibir aquellos vuelos cuyo tiempo de viaje sea equivalente al del tren. Un ejemplo es el trayecto París-Marsella que dura una hora y 20 minutos. La tendencia de cambiar el avión por los recorridos en tren comenzó hace dos años en Suecia.
Desde entonces, los viajes por el medio de transporte terrestre han ido en aumento en el país nórdico, en detrimento de la vía aérea. Debido a esto, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) manifestó su preocupación en la reunión anual que sostuvieron en Seúl (Corea).