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Científicos escoceses confirman existencia de materia que combina estado sólido y líquido

Lunes, 6 de mayo de 2019 - 22:04 UTC
“Si pudiese sujetarlo en la mano, sería un pedazo sólido que escurre una parte líquida del mismo material”, dice Andreas Hermann, Universidad de Edimburgo (Foto C .Matias (Unsplash) “Si pudiese sujetarlo en la mano, sería un pedazo sólido que escurre una parte líquida del mismo material”, dice Andreas Hermann, Universidad de Edimburgo (Foto C .Matias (Unsplash)

Un equipo de científicos ha confirmado la existencia de un exótico estado de la materia que hasta el momento no pasaba de ser una hipótesis. Usando un programa de inteligencia artificial, se ha descubierto que hay una fase estable de los metales que combina átomos en configuración sólida y otros en estado líquido a la vez.

Los resultados han sido publicados en la revista PNAS. La estructura se forma al aplicar una enorme presión y alta temperatura a un bloque de potasio, aunque los investigadores sospechan que al menos otros seis elementos químicos podrían someterse a dicha condición, entre ellas, el sodio y el bismuto.

“Si pudiese sujetarlo en la mano, sería un pedazo sólido que escurre una parte líquida del mismo material”, dice Andreas Hermann, físico de materia condensada en la Universidad de Edimburgo, de Escocia.

“El material es estable. Lo podrías poner en un colador y atravesaría los poros en su forma líquida, pero luego sería capaz de reconstituir una parte sólida al otro lado”, añade.

En la experiencia cotidiana se ha observado que un material solo puede ser sólido o líquido cuando está en cambio de fase, como un cubo de hielo. No obstante, el nuevo estado, que ha sido llamado 'chain-melted state' (en español se traduce como “fusión de cadenas”), existe en un amplio rango de condiciones; no está en proceso de fusión ni de solidificación.

Aunque es complicado que el descubrimiento pueda ser aplicado al sector tecnológico, pues no se podría someter a tanta presión ni a tan alta temperatura, los científicos creen que ahora tienen una herramienta para entender cambios extremos y naturales de la materia, como los que se producen en la desintegración de un meteorito o en el impacto de una bala.