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Notre Dame guardaba tesoros históricos, esencia de la historia occidental

Martes, 16 de abril de 2019 - 08:00 UTC
Situada en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena, Notre Dame es una catedral de culto católico, sede de la arquidiócesis de París Situada en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena, Notre Dame es una catedral de culto católico, sede de la arquidiócesis de París
Las gárgolas, las bestias de piedra que custodiaban la catedral, y que eran uno de sus objetos más representativos Las gárgolas, las bestias de piedra que custodiaban la catedral, y que eran uno de sus objetos más representativos
Otro de los tesoros que corren riesgo de desaparecer es La Piedad, la impactante escultura de Nicolas Coustou. Está ubicada en la cabecera de la catedral Otro de los tesoros que corren riesgo de desaparecer es La Piedad, la impactante escultura de Nicolas Coustou. Está ubicada en la cabecera de la catedral

Las imágenes de la catedral de Notre Dame siendo devorada por las llamas conmocionaron al mundo. Más allá de su exquisita fisonomía gótica y de su valor simbólico, en su interior reposan tesoros históricos que forman parte del genoma de la sociedad occidental.

Situada en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena, Notre Dame es una catedral de culto católico, sede de la arquidiócesis de París, y se trata de uno de los edificios más antiguos del estilo gótico.

Su construcción comenzó en el año 1163 y se terminó en el año 1345, y está dedicada a María, madre de Jesucristo, por lo que se convirtió en uno de los monumentos más populares de la capital francesa para los turistas, con un total de 13 millones de visitas anuales.

Entre sus objetos de valor, yace su órgano principal, una monumental obra de Aristide Cavaille-Coll, uno de los más célebres diseñadores de instrumentos musicales del siglo XIX, célebre por combinar los avances científicos con un refinado gusto estético.

Otro de los tesoros que corren riesgo de desaparecer es La Piedad, la impactante escultura de Nicolas Coustou. Está ubicada en la cabecera de la catedral, fue construida en el siglo XVIII y representa una imagen icónica para liturgia católica, una de las más representativas de la religión.

También se desconoce qué suerte corrieron las gárgolas, las bestias de piedra que custodiaban la catedral, y que eran uno de sus objetos más representativos. Estos personajes fantásticos alados tenía como objetivo alejar a los malos espíritus del lugar, aunque su servicio era mucho más práctico, ya que formaban parte del sistema de desagote del edificio.

Casi tan llamativa como las gárgolas, la galería de Los 28 reyes antes de Cristo, otra de las obras que ornamentaba la fachada. Cada una de las 28 figuras representa a los distintos gobernantes de Judea que se sucedieron antes del nacimiento de Jesucristo.

Cada estatua tiene más de 3 metros de altura y fueron construidas por Jean-Baptiste Lassus y Viollet-le-Duc en 1844.

Además, el edificio albergaba Las tres reliquias de Cristo, una tríada de objetos icónicos que fueron utilizados presuntamente durante la crucifixión del Rey de los Judíos. Se trata de la corona de espinas que habría usado Jesús durante su calvario, uno de los clavos que usaron para clavar sus extremidades y un pedazo madera de la cruz.

 

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